Como era de esperar, la irrupción del ‘padre de todos los fondos’, Blackrock, en el accionariado de Naturgy está bajo la lupa del Gobierno. Economía está estudiando la posibilidad de que la compra del 21% de la energética por parte del gigante financiero necesite la autorización oficial del Ejecutivo. Mientras, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, se desmarca de los rumores que sitúan a la compañía fuera de la Bolsa, aclarando que esa es una decisión que corresponde «a los accionistas».
El pasado viernes, la gestora de fondos estadounidense Blackrock anunció que comprará por 12.500 millones de dólares (11.413 millones de euros) el fondo de inversión Global Infrastructure Partners (GIP), propietario del 20% del capital de Naturgy. Los activos que GIP poseía en la energética, por tanto, pasarán a ser propiedad de la compradora, un auténtico ‘monstruo’ de las finanzas internacionales.
Para hacerse una idea del tamaño y peso específico de Blackrock, basta un dato: al cierre de 2023, sus activos bajo gestión de BlackRock ascendían a 10,009 billones de dólares (9,139 billones de euros).
EL GOBIERNO ‘VELA’ POR NATURGY
Habida cuenta de la relevancia de Naturgy y del carácter estratégico del recurso que maneja -el gas natural- el ministerio de Economía está sopesando supeditar el acuerdo al visto bueno del Gobierno, según las fuentes consultadas por ‘El Confidencial. Ya este miércoles, el ministro deV Economía, Carlos Cuerpo, se refirió a la operación recordando que España cuenta con un marco regulatorio que protege los intereses estratégicos de los diferentes sectores del país.
«Es en ese marco donde se estudiará esta posible operación», enfatizó el titular de Economía en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza)- «Necesitamos conocer los detalles de esta operación para efectivamente ser capaces de analizarla en el marco de nuestra normativa, que protege los sectores estratégicos españoles», dijo Cuerpo.
El titular de Economía remarcó que la normativa pretende encontrar un «equilibrio adecuado» entre proteger los intereses estratégicos en sectores particularmente sensibles -como defensa, seguridad o los recursos energéticos- y a la vez presentar un entorno «estable, predecible», para seguir atrayendo la inversión extranjera.
REYNÉS TEMPLA GAITAS
Es precisamente el carácter sensible del ámbito energético lo que ha llevado a la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a advertir contra cualquier venta de activos que pueda poner en peligro los objetivos estratégicos de Naturgy.
En una entrevista al medio Cinco Días, Ribera declaró que la gasística «es la compañía más importante para garantizar el abastecimiento de gas natural a este país», por lo que «es razonable que el Gobierno se posicione con extraordinaria cautela ante cualquier operación que pueda poner en riesgo los dos asuntos, la transformación del sistema energético y el aprovisionamiento de gas».
La ministra de Transición Ecológica se muestra contraria a que Naturgy lleve a cabo una escisión de sus negocios en dos grupos distintos -mediante el llamado Proyecto Géminis- o que eventualmente deje de cotizar en Bolsa.
«Excluir de Bolsa a la compañía es una decisión que correspondería en su caso a los accionistas, quienes deberían evaluar las ventajas e inconvenientes que pudiera suponer, incluyendo aspectos como la liquidez de su participación»
Francisco Reynés, presidente de Naturgy
Mientras, este jueves, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, salió al paso de estas especulaciones con un mensaje: «La exclusión de Bolsa de Naturgy la deciden los accionistas», manifestó en declaraciones al diario Expansión en el marco del Foro de Davos.
«Excluir de Bolsa a la compañía es una decisión que correspondería en su caso a los accionistas, quienes deberían evaluar las ventajas e inconvenientes que pudiera suponer, incluyendo aspectos como la liquidez de su participación», ha explicado.
Reynés no puso objeciones a la entrada de Blackrock en la compañía que preside, elogiando a la gestora de fondos por la estabilidad que aporta a las empresas en las que está presente. En su opinión, la operación tiene un sentido sinérgico, afirmando que «hay alineamiento de intereses y visión a largo plazo».