Un día más, continúan las reuniones del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), y llegarán los datos de la Universidad de Michigan junto con nuevas comparecencias de los bancos centrales (BCE y Fed).
La inflación japonesa de diciembre será la primera cita del viernes 19 de enero y precederá a las ventas minoristas británicas, al IPP alemán de ese mismo mes y a las comparecencias de McCaul y Lagarde, esta última presidenta del Banco Central Europeo (BCE). Además, se conocerá la confianza del consumidor en España.
Sin más citas en Europa, la agenda pasa a Canadá, con el indicador adelantado de diciembre y las ventas minoristas de noviembre y luego a México, con las ventas minoristas de noviembre.
Las ventas de viviendas de segunda mano en EE.UU. en diciembre precederán al dato del día, las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan (3,1%), las expectativas del consumidor de la U. de Michigan (67,4 puntos), la confianza del consumidor (70 previstos desde los 69,7 previos) y las condiciones actuales de la Universidad de Michigan (73,3).
Los cuatro factores macroeconómicos que le quitan el sueño a los gestores de deuda
Posteriormente, se conocerán el número de plataformas petrolíferas, y el recuento de yacimientos activos en EE.UU. de Baker Hughes, la compra de duda pública a largo plazo por extranjeros, el flujo total de capital neto, los flujos de capital en productos a largo plazo y los flujos de capital en productos a largo plazo incluidos swaps en noviembre más la comparecencia de Daly, miembro del FOMC.
Por el lado corporativo destacan los resultados de Schlumberger Ltd, The Travelers, State Street, Comerica o TheWorks en tanto que será la fecha ex dividendo para los accionistas de ACS, Caterpillar, Colgate-Palmolive y Target.
DAVOS, MICHIGAN Y BANCOS CENTRALES
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro, explica que hay «tres preocupaciones empujan a la Fed a dar marcha atrás en su programa de endurecimiento cuantitativo (QT).
La Reserva Federal de EE.UU. se dispone a empezar a suavizar el ritmo de su llamada política de endurecimiento cuantitativo (QT, del inglés quantitative tightening), por el que está reduciendo su gigantesco balance de 7 billones de dólares. Se trata del segundo paso lógico del pivotaje de su política monetaria señalada en diciembre.
1) Una ralentización de la salida de bonos del Tesoro y bonos hipotecarios de su balance es coherente con la proximidad de los recortes de los tipos de interés. 2) Esto apoyaría a esos mercados de bonos. 3) Calmaría los temores de los inversores a que se repitiera el final desordenado del primer programa QT de la Fed, cuando drenó demasiada liquidez del sistema financiero. 4) Y abriría la puerta a que otros, desde el BCE hasta el Banco de Inglaterra, le siguieran, ya que sus recortes de tipos también son inminentes.
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La Fed ha estado reduciendo su balance desde abril de 2022, cuando alcanzó un máximo cercano a los 9 billones de dólares, mientras trabaja para deshacerse de los billones que utilizó para apoyar al sistema financiero en la pandemia del coronavirus. Actualmente, estamos viendo cómo los bonos del Tesoro estadounidense salen de su balance a un ritmo de 60.000 millones de dólares al mes, junto con hasta 35.000 millones de dólares de valores respaldados por hipotecas (MBS). Esto ha reducido sus activos totales en 1,3 billones de dólares hasta la fecha. Y ya es el doble de la reducción del balance del primer programa QT de la Fed que terminó prematuramente en 2019.
Tres preocupaciones empujan a la Fed a dar marcha atrás en su programa de endurecimiento cuantitativo:
1) El deseo de no enviar señales políticas contradictorias mediante la relajación de la política monetaria a través de recortes de tipos de interés, al mismo tiempo que el endurecimiento, a través de QT.
2) No drenar demasiada liquidez del sistema financiero. Este es un subproducto de la QT, y según algunas medidas ya se está acercando a los topes con un exceso de liquidez en picado, representado por los niveles de repos a la inversa (RRP).
3) Recuerdos de la inestabilidad de 2019. Cuando la Fed se excedió -en retrospectiva- con su primer programa de QT, lo que provocó un repunte de los tipos de financiación y el abandono prematuro del programa.