En noviembre de 2023 se observó como el precio de la cesta de la compra en supermercados como Lidl, Aldi y Eroski, se elevaba un 5,2% más, un alto incremento teniendo en cuenta que en 2022 ya se encareció un 13,4% más. La misión de las cadenas alimentarias de cara a este 2024 es conseguir desinflar los precios en los alimentos y ayudar a los consumidores a ahorrar en sus productos básicos. En este contexto, la situación económica de cada casa invitará a muchos consumidores a reconsiderar el volumen de sus compras y a fijarse en los descuentos y las promociones. Lidl ha tenido que subir los precios, pero los clientes saben que esta cadena seguirá con los descuentos.
LAS DOS BANDAS DE LIDL
Según datos de mediados de diciembre, en España el Índice de Precios de Consumo (IPC) cayó tres décimas hasta en 3,2 % tras dos meses de estancamiento gracias a la mejor evolución de gasolinas, paquetes turísticos y alimentos. El IPC de los alimentos y bebidas no alcohólicas continúa su desescalada, moderándose otras cinco décimas, pero su tasa de incremento es todavía elevada, del 9 % y, además, acumulativa a la elevadísima subida de noviembre del año pasado, un 15,3% más. No obstante, es la tasa más baja registrada en los últimos 20 meses, desde marzo de 2022.
En este sentido, la cadena alemana Lidl, al igual que el resto de supermercados con la inflación y la subida de precios de los carburantes y las materias primas, se ha visto obligada a aumentar los precios de sus productos. Sin embargo, los clientes saben de primera mano que Lidl va a seguir ofreciendo promociones y ofertas, porque es su estrategia de negocio.
En este contexto, la cadena alemana informó que 4,5 millones de compradores visitaron sus tiendas en el período previo a la Navidad. Lidl ha aumentado precios, pero los consumidores siguen considerando que la cadena alemana cuenta con productos más baratos que otras cadenas rivales. Sin embargo, los establecimientos alemanes, conocidos por ser ‘discounters’, han disfrutado de un período de Navidad estelar en medio de los altos costes de vida que los consumidores sensibles a los precios bajan.
LIDL COMPLEMENTA LA SUBIDA DE PRECIOS CON PROMOCIONES SEMANALES Y QUINCENALES DE PRODUCTOS BÁSICOS Y FRESCOS
Su modelo de negocio centrado en la eficiencia y los productos de marca propia, ha resonado con los consumidores conscientes del precio y ha llevado a un aumento significativo de su cuota de mercado. Desde sus inicios, Lidl ha destacado por su estrategia de precios bajos. La cadena de supermercados se ha ganado la lealtad de los consumidores al ofrecer productos a precios considerablemente más bajos que sus competidores. Esta estrategia ha sido respaldada por campañas publicitarias que destacan la relación calidad-precio, construyendo así una sólida reputación en el segmento de consumidores que buscan obtener más por su dinero.
La paradoja se presenta cuando, al mismo tiempo que Lidl implementa aumentos de precios en ciertos productos, también destaca descuentos y promociones en otros. Esta combinación, aparentemente contradictoria, ha desconcertado a algunos consumidores y ha llevado a preguntas sobre la coherencia de la estrategia de la cadena de supermercados.
LAS CADENAS DE DISTRIBUCIÓN TOMAN PARTIDO EN LA INFLACIÓN
Los ajustes en los costes de producción, las presiones inflacionarias y la necesidad de mantener márgenes de beneficio en un mercado minorista cada vez más competitivo es lo que ha llevado a la cadena alemana de descuento a tomar una decisión. Una decisión que puede traerle consecuencias, pero que por el momento le está funcionando bien.
Mayoritariamente, el factor que más ha contribuido en el aumento de precios de Lidl es el incremento de los costes de producción. Factores como los costes laborales y los desafíos logísticos pueden haber ejercido presión sobre la cadena de suministro, obligando a la cadena alemana a ajustar sus precios para mantener la viabilidad económica de su compañía.
LAS PRESIONES INFLACIONARIAS, UNA PREOCUPACIÓN GLOBAL QUE DESEMPEÑAN UN PAPEL IMPORTANTE EN LA ESTRATEGIA DE PRECIOS DE LIDL
Por supuesto, que el aumento de los costes a nivel mundial ha afectado a diversas industrias, incluyendo la alimentación y la distribución. Como respuesta ante esta situación, las cadenas de distribución se han visto obligadas a revisar sus estrategias de precios para equilibrar los costes y mantener la rentabilidad. A medida que Lidl se expande y se enfrenta a una competencia feroz, mantener márgenes de beneficio se vuelve crucial.
La estrategia de aumentar precios en ciertos productos puede ser parte de un esfuerzo por garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo, permitiéndole a la marca invertir en innovación, calidad y expansión. Sin ir más lejos, cuando hablamos de expansión, la cadena alemana está apostando por abrir establecimientos en Bulgaria donde ya cuenta con 122 tiendas en 54 ciudades y pueblos del país, y emplea a más de 4.000 personas.
Ante esta situación, Lidl prioriza la confianza del consumidor, ya que es un activo valioso en el mundo del comercio minorista. El doble juego de la cadena alemana puede tener implicaciones en la percepción del consumidor sobre la coherencia y la transparencia de la marca. Construir y mantener la confianza del consumidor será crucial para superar así los desafíos derivados de esta estrategia.