viernes, 22 noviembre 2024

Los trucos para aumentar tu tolerancia al frío y pasar un invierno más agradable

Todos conocemos a alguien que, en pleno invierno y durante una ola de frío polar, persiste en llevar manga corta. Al observar a personas enfrentarse a la nieve, el viento gélido y las escarchas matutinas, e incluso sumergirse bajo cascadas de agua helada, surge la inevitable pregunta sobre qué fuerza o poder especial les permite adaptarse a ese frío. ¿Podría ser el frío un fenómeno psicológico? Existen diversos receptores sensoriales que intervienen en la detección de la temperatura por el sistema nervioso humano, formando parte de la extensa red sensorial que permite al cuerpo percibir estímulos del entorno.

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CÓMO PERCIBIMOS EL FRÍO

La mente puede influir en la percepción de estímulos sensoriales, incluida la sensación de frío o calor. Aunque esta influencia modifica nuestra percepción, no implica que el frío o el calor sean puramente «psicológicos». Sin embargo, investigaciones han revelado casos de control de la temperatura corporal mediante la mente, como el estudio en 2013 que destacó aumentos significativos en monjas tibetanas practicantes de la meditación g-tummo, demostrando la interconexión entre mente y cuerpo en ciertos contextos.

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Noemi A.
Noemi A.
Soy una apasionada de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales, adicta a la información y a aprender y descubrir algo nuevo cada día.

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