La cerveza, una de las bebidas más antiguas y populares en el mundo, ha sido apreciada a lo largo de la historia por diversas culturas. Su elaboración combina agua, malta, lúpulo y levadura, creando una amplia variedad de estilos con distintos sabores y aromas. Desde las cervezas artesanales hasta las industriales, la diversidad de opciones satisface gustos diversos. La cerveza no solo es una bebida social, sino también un elemento cultural presente en festividades y celebraciones alrededor del globo. Su versatilidad en maridajes gastronómicos la convierte en una compañía perfecta para diversos platillos. A continuación, te contamos cuáles son las diferencias entre las que no están filtradas y las que sí.
8La vida útil es una de las diferencias entre la cerveza sin filtrar y la filtrada
Otra diferencia clave entre la sin filtrar y la filtrada es su vida útil. La cerveza sin filtrar, al retener sedimentos y levaduras, puede tener una vida útil más corta y a menudo se beneficia de un consumo más fresco. En cambio, la filtrada, al eliminar estos elementos, tiende a tener una mayor estabilidad y durabilidad, lo que facilita un almacenamiento más prolongado. Esta variación en la vida útil también influye en la recomendación de cuándo disfrutar cada tipo de cerveza.