¿Cuántas veces te comes unas mandarinas y tiras las cáscaras? En un mundo donde la conciencia ambiental y la sostenibilidad son cada vez más relevantes, es esencial que aprovechemos al máximo los recursos que la naturaleza nos brinda. En este sentido, las cáscaras de las mandarinas, esas pequeñas y coloridas joyas cítricas que a menudo desechamos sin pensarlo dos veces, pueden ofrecernos mucho más de lo que imaginamos.
2Las cáscaras de mandarinas poseen naringina
Las cáscaras de las mandarinas son ricas en un compuesto llamado naringina, un superflavonoide que le proporciona ese característico sabor amargo. La naringina ha demostrado tener propiedades sorprendentes para la salud. Uno de sus beneficios más destacados es su capacidad para ayudar a reducir el colesterol y regular los niveles de azúcar en sangre. Esto la convierte en una aliada poderosa para aquellos que buscan mantener un corazón saludable y controlar la diabetes.
Además, la naringina también actúa como un refuerzo para el sistema inmunológico. Su presencia en la cáscara de mandarina puede ayudar a prevenir resfriados y otras enfermedades, fortaleciendo tus defensas naturales. No subestimes el valor de estos pequeños flavonoides; pueden tener un impacto significativo en tu bienestar general.