‘La Promesa’ continúa su andadura por la última semana del año cosechando éxito y altísimos índices de audiencia. Tras los precipitados acontecimientos de los últimos capítulos, todo está revuelto en el palacio, dando lugar a situaciones de lo más inesperadas.
En los episodios más recientes hemos podido ver cómo todo se desbordaba en La Promesa. La inestabilidad de Jimena cruzó límites insospechados, así como la maldad de Cruz. Las tramas de la serie estrella de TVE cada vez son más interesantes. Hacemos un pequeño resumen de lo sucedido los últimos días y avanzamos lo que podremos ver esta tarde.
1‘La Promesa’: Jimena pierde la cordura
Jimena ha sido uno de los personajes más interesantes de las últimas semanas en ‘La Promesa’. La esposa del señorito perdió la poca inestabilidad mental que le quedaba con el último viaje de Manuel, que huyó del palacio para aclarar las ideas. Ante esto, Jimena se sumergió en su propio mundo, perdiendo totalmente el contacto con la realidad.
Esto hizo que se volviera muy peligrosa para sí misma y para los demás. Obsesionada con que Catalina conocía el verdadero paradero de su esposo, Jimena acabó narcotizándola y secuestrándola en su propio dormitorio. Después, prendió fuego, poniendo a todos en peligro.
Afortunadamente Jana y Rómulo se dieron cuenta a tiempo y lograron sacar a Catalina con vida del dormitorio. Eso sí, con los pulmones muy afectados y un hilo de vida; la única esperanza para ella era conseguir oxígeno, disponible en un pueblo alejado del palacio.
Es así cómo el viaje se organizó lo más rápidamente posible, pero debido a la intervención de Cruz, que sobornó al chófer, todo se retrasó; la marquesa no dudó en aprovechar la oportunidad para deshacerse de su sobrina.
Finalmente, Pelayo y Mauro llegaron justo a tiempo con el oxígeno para salvar la vida a Catalina, lo que alegró a todos excepto a la marquesa, algo que no pasó desapercibido para Alonso. Más tarde el marqués trató de averiguar por qué el chófer que trajo de vuelta a Pelayo y Mauro con el oxígeno se retrasó tanto, pero Cruz se interpuso. Por su parte, Mauro comentó a Manuel sus sospechas sobre la avería del vehículo, pues cree que fue provocada.
Tras todo este revuelo, los Duques de los Infantes decidieron llevarse a su hija a casa para ayudarla a recuperar la estabilidad emocional. Pero Jimena, antes de marcharse, le pidió a Jana que cuidara de su marido, sin saber que la doncella es, en realidad, su amante. Asimismo, prometió volver: “os aseguro que volveré pronto”.
Todo ello con el negocio ilegal de venta de armas de Pelayo y Jerónimo de fondo. Finalmente lograron convencer a Mr. Cavendish de que La Promesa era el sitio ideal para esconder este material, y ahora están aprovechando la reforma del dormitorio incendiado para ello. Además, ahora el Conde de Añil tiene más información de la que debería, pues Manuel le ha desvelado que alguien pudo haber provocado el fallo en los frenos de su sidecar.
No obstante, la relación entre Pelayo y Jerónimo ha sufrido un revés, y es que el primero ha culpado al segundo de ser el culpable de la avería que casi impide que el oxígeno no llegara a tiempo para salvar la vida de Catalina. Algo que Jerónimo niega, recalcando que no pueden seguir adelante con un negocio tan delicado si no confían el uno en el otro.