El especialista en mapas digitales TomTom ha confirmado que se ha asociado con el gigante tecnológico Microsoft para crear un asistente de conversación para vehículos impulsado por inteligencia artificial (IA). El asistente permitirá a los usuarios «conversar naturalmente con sus vehículos» y hará realidad la interacción de voz con sistemas de información y entretenimiento, así como la búsqueda de ubicación y el comando de los vehículos. Ambas compañías han dado un paso más para que la humanidad pueda por fin conseguir charlar con «el coche fantástico».
TOMTOM Y GOOGLE MAPS
TomTom, que compite con Google Maps y la plataforma de mapas más grande del mundo, HERE, ha utilizado varios servicios de Microsoft, como su servicio Azure OpenAI, para crear el asistente de voz. Se trata de crear conjuntamente, con la utilización de la IA generativa de la compañía líder en software, su propia alternativa a Android Automotive, con el que pronto se podrá ver YouTube en el coche, o reunirnos mediante la app Teams mientras conducimos.
TomTom quiere poner en nuestros vehículos, de cualquier marca, el primer asistente de conducción conversacional
El servicio Microsoft Azure OpenAI permite a las empresas aprovechar los grandes modelos de lenguaje (LLM) del fabricante de ChatGPT, OpenAI. El asistente de voz puede integrarse en otros sistemas de información y entretenimiento del automóvil, y también está integrado en el Digital Cockpit de TomTom, una plataforma de información y entretenimiento abierta y modular en el vehículo, según ha explicado el fabricante de mapas holandés.
Taco Titulaer, el director financiero de la compañía, ya había explicado el pasado mes de octubre que TomTom había visto nuevas oportunidades de desarrollo y negocio en la IA generativa, y que estaba «invirtiendo tiempo, dinero y gente» en esta tecnología. Antes de este nuevo proyecto con Microsoft, TomTom había lanzado un complemento LLM para ChatGPT, de Open AI, el pasado mes de julio, con el que se permitía a los usuarios de la exitosa IA generativa planificar viajes y explorar nuevos lugares utilizando sus mapas.
La compañía empezó a trabajar con Microsoft en 2016, cuando comenzó a impulsar los servicios de ubicación de Azure Maps. Con esta nueva idea, TomTom quiere poner en nuestros vehículos, de cualquier marca, el primer asistente de conducción conversacional. El sistema integrará el Digital Cockpit de la empresa holandesa de manera nativa, como hasta ahora ocurría con el sistema de navegación tradicional. Con este proyecto, se podrá conseguir la interacción con el vehículo más completa, natural e inteligente.
No serán necesario ni los comandos, ni las instrucciones claras. Se podrá charlar con la IA con naturalidad y pedirle que haga cosas por nosotros, como buscar un destino y buscar la mejor ruta, cambiar los grados de la calefacción y el aire acondicionado, elegir la música que se quiere oír o la emisora de radio.
LA IA EN LOS COCHES ANTES DE MICROSOFT
Solo en el último año, la IA ha sido la protagonista tecnológica a todos los niveles y para finalizar 2023 lo único que ya le faltaba era prometernos que vamos a poder charlas con nuestro coches. La IA, no obstante, ya estaba integrada en otras muchas funciones relacionadas con la conducción a la que en muy poco tiempo estaremos tan acostumbrados, que casi ya no podemos vivir sin ellas.
Es el caso de la conducción autónoma, para la que la IA tiene un papel fundamental, porque utiliza sus algoritmos para procesar todos los datos que el vehículo recoge a través de las cámaras, los sensores, radares y otros dispositivos, de manera que pueda tomar decisiones en tiempo real, como frenar, cambiar de carril o acelerar la marcha.
la IA ya utiliza las cámaras de salpicadero que detecta comportamientos de riesgo por parte del conductor que la cámara «ve» y alerta para evitarlos
Ya lleva muchos años incorporada en funciones relacionadas con la asistencia al conductor, para mejorar la seguridad y sobre todo la comodidad al volante. La hemos sentido en los sistemas de asistencia al conductor, en los sistemas de frenado de emergencia, cuando nos ayuda a mantener el coche en su carril y cuando nos advierte de que, según ella, estamos fatigados y corremos riesgo de sufrir un accidente por un despiste.
Los sistemas de mantenimiento predictivo también cuentan con la IA para utilizar sensores y análisis de datos que permiten realizar el monitoreo del estado de los componentes de los automóviles. De esta manera se consigue detectar o predecir fallos, problemas o errores y realizar el control del estado del coche cuando es necesario, con eficacia y reduciendo el riesgo de esas averías que, sin la IA, no eran tan fáciles de prever.
La IA también está presente en el reconocimiento de voz para mejorar la seguridad en algunos vehículos en los que se puede controlar las funciones como la navegación, o la gestión del flujo del tráfico en áreas urbanas, y por supuesto permite a los departamentos de tráfico coordinar los semáforos y mejorar la movilidad de las ciudades. Una de las más intrusivas, a la vez que útiles, es la IA que utiliza las dashcams o cámaras de salpicadero, como la CAM 50, que detecta aquellos comportamientos de riesgo por parte del conductor, como que se utilice el móvil, se parte la vista de la carretera, se cierren los ojos, se suelten las manos del volante y otras de riesgo, que la cámara «ve» y alerta al conductor.
Con la IA que van a desarrollar TomTom y Microsoft, seguro que todas esas alertas las vamos a escuchar manteniendo una agradable conversación con nuestros coches en muy poco tiempo.