La crema de marisco es un plato ideal para servir como entrante o primero en ocasiones especiales como la Navidad. En esta receta, además, vamos a poder aprovechar la piel de gambas y langostinos sin que se note. Descubre trucos para lograr una textura cremosa y una decoración sorprendente. Prepara esta deliciosa crema con antelación y mantenla lista para servir tras los entrantes. A simple vista parece fácil, pero ¿cuál es el secreto de la abuela para ese sabor característico y exquisito?
La elaboración es sencilla (como verás en esta receta), pero la clave de un plato de marisco perfecto reside en el caldo o fumet. Si no tienes demasiado tiempo, un caldo preparado de calidad es una excelente opción para agilizar recetas sin sacrificar sabor ni proteínas del caldo casero.
6ALGUNOS CONSEJOS EXTRA

Aprovecha la piel de las gambas y los langostinos al cocinarlos con el caldo de pescado y las verduras para darle consistencia a la crema. El arroz contribuye a una textura más espesa gracias al almidón y los granos sólidos, así que es un ingrediente importante. Tritura y cuela cuidadosamente la crema para evitar tropezones y lograr una consistencia cremosa, aunque si lo prefieres puedes triturar un poco menos para dejar que la crema quede más gruesa y con algunos tropezones.