La empresa de compras digitales Temu sigue en una constante pelea de Shein y ha vuelto a denunciar a la plataforma. Si bien, antes de que Temu tomará partida en los tribunales, Shein hace unos meses demandó a la empresa china por copiar imágenes de su web. El gigante chino de la ‘fast fashion’ denunció a Temu, propiedad de PDD Holding ante el Tribunal Superior Británico, por usar imágenes de Shein para comercializar sus productos y le exigía una indemnización económica.
Mientras que el gigante textil del ‘fast fashion’ chino ha logrado una facturación de 24.000 millones de euros, Temu ha ido obteniendo una facturación media de 19.000 millones de euros. Sin embargo, el gasto que hacen en marketing y publicidad podría hacer que este negocio no fuese rentable. Los cálculos del segundo marketplace están hechos por ‘China Merchants Securities’, que cifran entre 500 y 900 millones de dólares de pérdidas para Temu.
Esta última demanda ‘revive’ una disputa legal anterior que fue abandonada, pero ahora Temu alega que ‘Shein presentó decenas de miles de avisos de eliminación de derechos de autor contra Temu e interfirió con proveedores y comerciantes’. La plataforma popular Temu está consiguiendo recortar distancias con Shein. La estrategia es contar con unos descuentos lineales que no tengan fecha límite, es decir, cada semana habrá distintos artículos con descuentos y promociones. Una estrategia atractiva y a la vez agresiva para llamar la atención de los consumidores.
EL JUEGO DE DENUNCIAS ENTRE SHEIN Y TEMU
‘Whaleco Inc., que opera como Temu, acusa a la gran plataforma de que está tramando un ‘plan desesperado’ para socavar su negocio en un documento de 100 páginas presentado ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, casi el triple de la duración de su demanda original. Una denuncia que alegaba que Shein presentó decenas de miles de avisos de eliminación de derechos de autor contra Temu, obligó a los proveedores de moda a firmar acuerdos exclusivos y amenazó o incluso detuvo a comerciantes de esta segunda plataforma china.
En estas denuncias se detallaban unas acusaciones sobre cómo los proveedores chinos que enumeraban productos en ambas plataformas fueron llamados a las oficinas de Shein en Guangzhou y obligados a proporcionar contraseñas telefónicas y registros de transacciones relacionados con Temu.
«TEMU HA DESCUBIERTO QUE EL COMPORTAMIENTO ANTICOMPETITIVO DE SHEIN NO SOLO HA PERSISTIDO SINO QUE SE HA INTENSIFICADO»
«Temu ha descubierto que el comportamiento anticompetitivo de Shein no solo ha persistido, sino que se ha intensificado», dice la demanda. «El uso persistente y cada vez más agresivo de conducta anticompetitiva, coerción y comportamiento amenazante por parte de Shein requiere esta demanda».
Ante esta situación, un representante de Temu dijo que la última medida fue el resultado del creciente comportamiento anticompetitivo de la principal plataforma online de ropa ‘fast fashion’, «sus acciones son demasiado exageradas, no tuvimos más remedio que demandarlos» añade el portavoz de la nueva plataforma asiática.
LAS BATALLAS ABIERTAS DE TEMU
Además de la infracción de derechos de autor y la intimidación de los proveedores, la nueva demanda de Temu acusó a la principal plataforma china de intentar “blanquear su reputación manchada” trasladando su sede a Singapur, a pesar de mantener la mayoría de sus operaciones comerciales y empleados en China. Es una táctica que podría resultar contraproducente, dado que Temu es propiedad de PDD, fundada hace ocho años en Shanghai.
En la presentación de la demanda, sostiene que la principal plataforma robó a varios de los ejecutivos de marketing clave de Temu para replicar su juego y sus estrategias promocionales. Acusó a Shein de firmar acuerdos con proveedores que les impedían hacer negocios con mercados rivales como Temu, e impuso sanciones por no permitir que Shein ofreciera precios más bajos que los de sus competidores.
Durante su recorrido, Shein se ha enfrentado a críticas por su impacto negativo en el calentamiento global, por la falta de transparencia de su cadena de suministro y por infringir derechos de propiedad industrial de otros diseñadores. Actualmente, ambas compañías son dos de los principales gigantes de la ‘fast fashion’, protagonizando una lucha por el mercado estadounidense. Las demandas entre ambos marketplaces son constantes.