viernes, 22 noviembre 2024

Cómo reparar nosotros mismos nuestra campana extractora

La campana extractora es uno de los electrodomésticos más sufridos en una vivienda, puesto que trabaja en un ambiente muy hostil. Por eso, no es raro que se rompa, aunque por suerte los repuestos de campana ya están disponibles en muchas tiendas online.

Con un poco de habilidad vamos a poder repararla, porque lo cierto es que es un electrodoméstico bastante simple.

Muchas veces el problema está en las conexiones

Si cocinamos todos los días, por muy limpia que tengamos la cocina, al final hay sitios en los que se acumula la grasa o que se quedan húmedos. La grasa que va en el humo y la humedad que sale de las cazuelas se cuela por cualquier sitio.

Eso hace que llegue a entrar en las cajas eléctricas, en especial si la vivienda es antigua. De ese modo, lo primero que hay que hacer al arreglar la campana extractora es revisar que las conexiones eléctricas están bien. Si no vemos ningún problema, aprovecharemos para cambiar clemas o fichas y apretar los cables.

Los ruidos extraños suelen estar causados por el ventilador

Hay averías que pueden pasar desapercibidas durante un tiempo, pero las que implican al ventilador no suelen ser de ese tipo por el ruido que hacen.

Cuando ese es nuestro caso, escuchamos un ruido muy fuerte que viene del ventilador, la causa suele ser que este se ha desequilibrado. Podemos comprar repuestos balay para cambiarlo si nuestra campana extractora es de esa marca, pero no suele ser necesario.

De hecho, la causa de esto casi siempre es la suciedad. Se acumula en el ventilador hasta que lo desequilibra o lo obstruye. Se soluciona de manera sencilla, recurriendo a la limpieza y empleando para ello un producto quitagrasas potente.

Los filtros se obstruyen y la campana apenas extrae humo

Otra avería bastante común es que la campana no extraiga humo. En realidad, no es un fallo, sino falta de mantenimiento en la mayoría de los casos.

¿Cómo se soluciona? Accediendo al filtro que llevan las campanas, que en ocasiones está justo al alcance de nuestra mano. Si no lo limpiamos o no lo hacemos en profundidad todos los meses, este se obstruye.

En ocasiones está tan lleno de grasa que lo rompemos al limpiarlo o vemos que ya se ha deteriorado. En esos supuestos solo hay que adquirir filtros de campana nuevos y sustituirlos.

Si esto no funciona, el problema puede estar en los conductos de ventilación. En el caso de vivir en una vivienda unifamiliar, limpiarlos es muy sencillo, pues a veces están casi a la altura de la mano por fuera de la cocina.

Podemos meter alambres, unos papeles o incluso el palo con la fregona. Así nos daremos cuenta de si algo hace resistencia y podemos dejarlos completamente limpios de grasa con el fin de que el humo salga bien cada vez que encendemos la campana.

Además, con esa limpieza de los conductos vamos a prevenir los incendios, pues muchos se producen cuando el fuego de la sartén alcanza los conductos llenos de grasa.


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