La DGT y los agentes de tráfico deben asegurarse de que la colocación de los radares cumpla con todas las normas y regulaciones establecidas. Cualquier error en este proceso podría invalidar la multa por exceso de velocidad.
7Un ejemplo de multas de la DGT que se pueden impugnar
Un caso concreto ha demostrado la validez de esta reclamación. Hace unos años, un conductor recibió una multa por exceso de velocidad captada por un radar mal ubicado en un soporte no homologado. Sin embargo, gracias al recurso presentado por Automovilistas Europeos Asociados, el juez determinó que efectivamente el soporte utilizado no era apto para el correcto funcionamiento del radar.
Como consecuencia de este fallo, la Dirección General de Tráfico (DGT) se vio obligada a devolver los 300 euros correspondientes a la sanción que el conductor ya había abonado. Además, tuvo que asumir los gastos legales derivados del proceso. Este hecho pone en evidencia la importancia de garantizar que los radares estén instalados de acuerdo a las normas establecidas, evitando posibles errores y perjuicios para los conductores.