En el corazón del territorio extremeño, los pueblos de Badajoz esconden un patrimonio cultural y natural que invita al visitante a sumergirse en una experiencia única. Rodeados de paisajes que fluctúan entre la dehesa y las sierras, sus localidades se caracterizan por la hospitalidad de sus gentes y la riqueza de su historia, plasmada en cada callejón, en cada plaza y en cada piedra.
En este artículo, vamos a descubrir tres destinos imprescindibles de Badajoz, perfectos para una escapada de fin de semana.
1PUEBLOS CON ENCANTO
Zafra, conocida como la Sevilla chica, es un entramado de historia y modernidad. Este municipio presume de un casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico. Pasear por sus calles es caminar a través de siglos de historia, con paradas obligatorias en lugares como la Plaza Grande y la Plaza Chica, unidas por el arco del Cubo. La Alcázar fortaleza, hoy convertida en Parador de Turismo, es otra de las joyas de Zafra que capta la atención de cualquier visitante.
Olivenza es otro de los pueblos que atesora una herencia cultural singular. Fruto de su pasado luso-español, ofrece al visitante un patrimonio arquitectónico donde se mezclan el arte manuelino y el barroco. La Torre del Homenaje y la iglesia de Santa María Magdalena son testimonios del legado ibérico, mientras que el Museo Etnográfico González Santana te lleva de viaje por las tradiciones populares de la región.
Jerez de los Caballeros, por su parte, se alza como una ciudad cargada de historia y arte. Orgullosa de sus cinco torres, símbolos de la ciudad y legado de su pasado templario, Jerez ofrece una rica arquitectura que va desde iglesias y conventos hasta palacios y casas señoriales. Su Fiesta del Templario es una cita anual que revive la historia y leyenda del Temple, sumergiendo a sus habitantes y visitantes en un viaje al pasado.