El anfitrión es un supermagnate del petróleo con opiniones negacionistas sobre el cambio climático, su celebración ha batido récords de emisiones de CO2 y el orden del día incluye una reunión de banqueros sobre el papel del crudo en la transición energética. La fiesta de la que les estamos hablando no es la reunión semestral de la OPEP, sino la cumbre del clima (COP28), encuentro internacional de la ONU para evaluar los compromisos en defensa del medio ambiente.
El aluvión de críticas contra la edición de este año comenzó por su misma sede: Dubái (Emiratos Árabes Unidos), una monarquía del Golfo Pérsico que ha construido su opulencia sobre el mercado del crudo. Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de gases de efecto invernadero tiene su origen en la quema de combustibles fósiles, la elección de un ‘petroestado’ para acoger la cumbre ha suscitado malestar en muchos sectores, que han visto confirmados sus recelos tras las palabras del presidente de la reunión.
LA COP28, PRESIDIDA POR UN NEGACIONISTA
Sultan Ahmed Al Jaber, designado por el Gobierno de EAU para este cargo, declaró hace un par de semanas que «no hay ninguna ciencia, ningún escenario, que afirme que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que nos llevará a limitar el calentamiento global a 1,5°». Esta afirmación, filtrada después de que la COP28 arrancara el pasado 30 de noviembre, ha vuelto a colocar en el centro de la polémica al presidente de la cumbre, cuya elección ya fue puesta en solfa cuando se hizo pública a principios del presente año. Y es que su currículum no está muy en línea con los objetivos de descarbonización de la comunidad internacional.
Al Jaber ostenta, entre muchos otros, el cargo de director de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC, por sus siglas en inglés) y el de ministro de industria de los EAU. Aunque también es fundador de la firma de renovables MASDAR, la empresa estatal que dirige es la cuarta petrolera con mayor volumen de negocio del planeta, lo que dio pie a sospechas de que su interés en presidir la COP28 puede ser espurio. Poco antes del inicio de la reunión, una investigación de la organización Centre for Climate Reporting, de la que se hicieron eco varios medios internacionales, desveló unos documentos confidenciales que supuestamente confirman su intención de utilizar la cumbre para hacer negocios petroleros con terceros países.
REUNIÓN A PUERTA CERRADA SOBRE FINANZAS E HIDROCARBUROS
Según Bloomberg, el 4 de diciembre, día consagrado a las finanzas en la agenda de la COP28, tuvo lugar una reunión a puerta cerrada entre los principales banqueros y reguladores asistentes, con el objetivo de discutir la mejor manera de manejar la industria de los combustibles fósiles en las finanzas de transición.
Se da la circunstancia de que este año el sector financiero está más presente que nunca en la conferencia, lo que confluye con el inmenso poder de los anfitriones en el mercado del crudo. La directora ejecutiva de políticas públicas de la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto (GFANZ), Alice Carr, insistió en la necesidad de «pensar más ampliamente». En el encuentro, organizado por esta entidad, estuvieron presentes el director ejecutivo de HSBC Holdings, Noel Quinn, así como representantes de la Corporación Financiera Internacional (CFI), los ministerios de finanzas nacionales y varios de los reguladores.
50 GRANDES PETROLERAS HAN ESCENIFICADO EN LA COP28 SU COMPROMISO DE DESCARBONIZARSE PARA 2050, SIN ACLARAR CÓMO lo harán
MERCA2 se ha puesto en contacto con Juan Luis Pozo, presente en la COP28 en calidad de director de sostenibilidad de la compañía de aguas Global Omnium, quien hace un análisis pragmático del encuentro entre banqueros y reguladores. «Los financieros financiarán, y por lo tanto mandarán, en el modelo que finalmente prevalezca, que obviamente será el del fin de los combustibles fósiles» -opina- «Lo que están discutiendo es a quién le va a tocar pagar la aceleración del cambio, porque con toda seguridad esta cumbre se va a saldar con un aumento de velocidad en la transición energética». Una transición que, según Pozo, «ya no puede parar por la presión social».
El ‘oro negro’ también estuvo en el centro del habitual compromiso difuso de cada edición, en este caso firmado por 50 grandes compañías de petróleo que han prometido descarbonizarse en 2050, pero sin especificar cómo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se ha mostrado crítico con esta ‘Carta de la Descarbonización del Petróleo y el Gas’ rubricada por medio centenar de gigantes del crudo: aunque concede que es «un paso en la buena dirección», las intenciones inscritas en el pacto se quedan «muy cortas».
Entre las firmantes se encuentra la propia ACNOR dirigida por el presidente de la COP28, Sultán Al Yaber; Aramco y grandes empresas europeas, entre otras la española Repsol.