España ha conseguido convertirse en exportador neto de energía y potenciar su generación renovable hasta el 45% del ‘mix’, pero aún con estos logros, permanece «estancada» en la vorágine de la transición energética, además de sufrir una profunda brecha en flexibilidad. Ésta es, en lo que se refiere a nuestro país, la conclusión más destacada del nuevo estudio ‘Índice de Preparación para la Transición Energética’ (ETRI, por sus siglas en inglés), que posiciona a los estados nórdicos como los más adelantados en este aspecto.
El documento, elaborado por la Asociación de Energías Renovables y Tecnologías Limpias (REA), y copatrocinado por Eaton y Foresight Group, compara el grado de preparación de 14 mercados nacionales de la electricidad a la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles.
Dinamarca, Alemania, Grecia, Irlanda, Países Bajos, España y Reino Unido han fijado los objetivos más ambiciosos en materia de electricidad renovable para 2030. Estos países prevén un aumento de su producción de electricidad renovable de alrededor del 40% con respecto a los niveles de 2022. Sin embargo, y siempre según el informe, los países nórdicos siguen a la cabeza y son los más preparados para la transición energética. Alemania y Reino Unido han registrado pequeñas mejoras generales, mientras que España, Italia y Polonia parecen estancadas.
LA BRECHA EN FLEXIBILIDAD, UN SOCAVÓN EN EL CAMINO
Por otro lado, Alemania y el Reino Unido afrontan el mayor problema de flexibilidad de aquí a 2030, al que también se enfrentan España, Dinamarca, Grecia, Irlanda y los Países Bajos. Solo Noruega, Finlandia y Suecia están más preparadas para superar la situación con mayor facilidad: su brecha es menor, ya que tienen acceso a gran cantidad de energía hidroeléctrica, pero también porque cuentan con mercados de flexibilidad bien establecidos.
El estudio también incluye una clasificación de los factores socioeconómicos y tecnológicos que favorecen o dificultan las inversiones en la transición energética. Aumentar el nivel de apoyo a las tecnologías facilitadoras, como la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos y el despliegue de contadores inteligentes, es una de las formas en que los países pueden impulsar la flexibilidad. En este sentido, tanto Alemania como el Reino Unido son los países que tienen el mayor potencial de atraer inversiones para la transición energética, reducir la brecha de flexibilidad y ofrecer redes de alto contenido renovable.
Por otro lado, los recursos renovables como la energía hidráulica y la biomasa pueden proporcionar normalmente servicios de flexibilidad, mientras que la energía solar y la eólica serán menos flexibles, lo que aumentará la necesidad de nuevos recursos de flexibilidad con bajas emisiones de carbono. Destaca que Alemania, España y el Reino Unido tienen el mayor volumen de teravatios hora (TW/h) de solar y eólica, lo que requiere el apoyo de recursos flexibles.
ESPAÑA PRESENTA BUENOS NÚMEROS, PERO NO EVOLUCIONA RESPECTO A 2021
Según el informe, en 2022, España ha sido un exportador neto de electricidad, y su producción renovable representó el 45% del consumo anual, muy similar al año anterior. La energía solar y la eólica representaron el 36% del consumo anual. En su proyecto de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2023, España se ha fijado como objetivo alcanzar un 81% de electricidad renovable para satisfacer una demanda prevista de 281 TW/h, lo que podría requerir un aumento de la producción eólica y solar de 96 TW/h.
Respecto a los recursos de flexibilidad en España, el estudio refleja que tenía menos del 1% de penetración de vehículos eléctricos en 2022, representando los vehículos eléctricos alrededor del 4% de todas las matriculaciones de vehículos nuevos. A su vez, la utilización de bombas de calor ronda el 5% y la tecnología existente de contadores inteligentes es alta.
«El compromiso empresarial por la transición energética es cada vez mayor, impulsado por la preocupación por las emisiones de carbono, la seguridad energética y la volatilidad de los precios» afirma el vicepresidente de ventas y marketing de Eaton EMEA, Cyrille Brisson. «Los gobiernos deben responder a ello con políticas que ofrezcan los mercados justos, transparentes y de fácil acceso necesarios para atraer inversiones privadas en flexibilidad de la demanda y hacer que la transición energética sea accesible y asequible para todos» -explica- «La estabilidad y la previsibilidad reforzarán la confianza de los inversores en proyectos que a menudo pueden tener periodos de amortización bastante largos».
Ahora necesitamos ver una acción significativa para eliminar las limitaciones a las que se enfrenta nuestra industria en todo el Reino Unido y Europa: una planificación adecuada a largo plazo; priorizar y acelerar las reformas del mercado; y abordar urgentemente las actuales barreras a la inversión. Todo ello se necesita de forma urgente para ayudar a ponernos en el camino correcto», declara el director de políticas de la Asociación para las Energías Renovables y las Tecnologías Limpias, Frank Gordon.