sábado, 23 noviembre 2024

La jugada con la que Raúl y el Real Madrid asombraron al mundo con Toyota como testigo

El Real Madrid se alzó hace 25 años con la Copa Intercontinental. Lo más destacado del partido en el que el Madrid se impuso al Vasco de Gama fue una acción superlativa que llevó a cabo el entonces delantero del Real Madrid Raúl Gonzaléz Blanco. Un control, dos recortes y un remate certero dieron al Madrid un triunfo en una temporada convulsa marcada por la espantada del técnico José Antonio Camacho.  Hiddink fue su recambio, pero el holandés tampoco cuajó. La vaya de publicidad de Toyota fue testigo del golazo de Raúl. Este fin de semana muchos hablarán del ‘Aguanís’.

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Formaciones del Real Madrid y Vasco da Gama en la final de la Copa Intercontinental en 1998.

EL GOLAZO DEL REAL MADRID

Fue un golazo; una jugada genial, con unos recursos muy fínos, aplicados cuando “queman las patatas”, en los momentos importantes. Un, control, un regate, otro regate y un disparo con la derecha, la pierna menos buena del 7 merengue, el punta Raúl González.

Con esta jugada, Raúl desatascó una final en la que el Vasco de Gama se le había atragantado al Real Madrid. El partido llegó a los últimos diez minutos con empate a uno en el marcador y Raúl convirti´o un gran pase de Clarence Seedorf en oro puro, aunque lo tuvo que pulir. Del gol nació una peña del Real Madrid en Ginebra (Suiza). En la web de la misma explican lo que rodeaba al ‘Aguanís’.

“Pedro, el padre del futbolista, (un electricista y empleado de la base aérea de Torrejón que emigró a Villaverde desde Medina del Campo), explicó el origen del regate de su hijo y del nombre que le dieron: ‘Esta era una jugada que Raúl hacía cuando era pequeño y jugaba en el San Cristóbal. Cuando las cosas se ponían feas en los partidos, un amigo nuestro le gritaba que la hiciera. Era la jugada del Aguanís. De crío lo solía hacer por los campos de tierra de Madrid y entre los padres lo llamaban así. Cuando lo hizo en la Intercontinental, al acabar el partido entrevistaron a su padre y dijo que había metido el gol del Aguanís! Y así se quedó’”.

El Madrid no andaba bien en la liga, un campeonato que se acabaría llevado el Barcelona de Figo, pero encontró la oportunidad de enderezar el camino en Japón gracias a la Copa Intercontinental, un torneo más apreciado en América Latina que en Europa, en la que se medían el campeón de la Copa Libertadores con el ganador de la Champions.

EL ONCE DEL REAL MADRID

Los blancos salieron de inicio con Illgner, Hierro, Sanchis, Fernando Sanz, Panucci y Roberto Carlos; Redondo, Seedorf, Savio, Raúl y Mijatovic.

El Madrid tuvo mucha suerte ante los brasileños. Un gol en propia meta de los ‘brasis’ puso en ventaja al Real en el primer tiempo y un tanto de Raúl, cuando ya muchos esperaban la prórroga, le dio el triunfo.  Por el camino, un golazo de Juninho Pernambucano, un jugador con pie excepcional, que marcó un tanto de una gran factura técnica y muy estético, pero que se quedó en nada ante el jugadón de Raúl.

El Madrid tuvo mucha suerte ante los brasileños. Un gol en propia meta de los ‘brasis’ puso en ventaja al Real en el primer tiempo y un tanto de Raúl, cuando ya muchos esperaban la prórroga, le dio el triunfo

El primer tanto del Madrid llegó en el minuto  25. Seedorf abrió a la banda izquierda con un pase con el exterior del pie, al estilo Modric, Roberto Carlos, como un huracán por el lateral izquierdo centró y este pase se convirtió en un puñal para el portero del Vasco da Gama cuando Nasa remató de cabeza en dirección a su propia portería.

DE juninho al gol de Raúl

En la segunda parte, en el minuto 53 una jugada mal defendida por el Madrid, la salva Illgner como puede, pero la pelota acaba en los pies de Juninho, que con un toque genial, se quitó de encima a un jugador blanco y con un latigazo brutal limpió las telarañas del arco del Madrid.

Quedaba más de media hora por delante, pero no fue hasta el minuto 83 cuando el Madrid consiguió el triunfo. Seedorf la puso en largo desde la derecha, la pelota la controla raúl, que la ‘pincha’ de miedo, llega como una moto un defensor, al que deja por los suelos con un recorte, lo mismo que a un segundo jugador del Vasco da Gama. Se queda delante del portero y anota con la derecha.

No necesitaba confirmación porque ya estaba en la élite, pero este gol le dio fama eterna. Luego vendrías otros, pero con este dejó su sello.


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