Los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, han tenido oportunidad de reunirse recientemente en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada en San Francisco. Con tal motivo, Max Baucus, que fue senador y, más tarde, embajador en Pekín entre 2014 y 2017 durante el gobierno de Obama, ha subrayado la importancia de que EEUU comprenda mejor las posiciones de China relativas a asuntos de contención y, muy especialmente, a su postura “no negociable” sobre Taiwán, tal como manifiesta en una entrevista publicada en el diario ‘South China Morning Post’.
Según Baucus, el problema de fondo, más allá de las tensiones entre ambos países en torno a la soberanía de la isla, es la falta de comprensión y las ideas preconcebidas sobre China por parte de los estadounidenses. Esto “ha impedido solucionar muchos problemas bilaterales” y, en cambio, ha permitido a algunos políticos estadounidenses aplicar determinadas medidas.
De hecho, para el exembajador el desconocimiento existente es, en ocasiones, “una bendición” que ha hecho posible justificar algunas decisiones tomadas sin contar con ninguna base. Explica que “muchos congresistas son nuevos. No tienen nociones sobre la historia de China”. Como consecuencia, sus actuaciones parten de dicho desconocimiento, crítica que también hace extensiva a los legisladores de su país.
En opinión de Baucus, en Washington se ha ido creando un clima altamente “tóxico” derivado de la preocupación de que China amenace el orden mundial establecido por Estados Unidos. Es este ambiente el que considera que ha dado lugar a diferentes desencuentros y malentendidos, entre los que cita las restricciones a la compañía china Huawei.
Cuando el asunto saltó por primera vez, “los estadounidenses, especialmente los políticos, simplemente estábamos asustados ante la posibilidad de que Huawei quiera construir tecnología de red troncal de comunicaciones y que pudieran espiarnos”, ha manifestado Max Baucus al South China Morning Post.
Sin embargo, subraya que, cuando preguntaba por las pruebas sobre el espionaje, la respuesta que recibió es: “… no tenemos que proporcionar las pruebas. Todo lo que tenemos que decir es China, [eso] es todo lo que tenemos que hacer».
Sobre el actual momento de rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China, el exdiplomático considera que las restricciones irán aumentando en el futuro, aunque la «confianza» y la «comunicación» son los puntos clave que podrían ayudar a resolver las situaciones de tensión.