La obsolescencia programada es una estrategia deliberada para acortar la vida útil de electrodomésticos y dispositivos tecnológicos. Esto ha impulsado hábitos de consumo rápido y un insostenible modelo de «usar y desechar». Esta práctica contribuye anualmente a más de 48 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, y de continuar, se proyecta que en 2060 la industria requerirá el doble de materias primas para satisfacer la demanda. Sin embargo, se están implementando medidas como la ampliación de garantías obligatorias y el derecho a reparar los aparatos estropeados para frenar esta tendencia. Exploraremos por qué estos dispositivos fallan prematuramente y cuál debería ser su duración ideal para ser más respetuosos con el medio ambiente.