El culebrón de OpenAI, empresa creadora de Chat GPT, en la que Microsoft es dueño del 49% de las acciones, tiene un claro origen en la eterna guerra entre la ambición económica y la ética humanista. Desde el comienzo de la creación de su IA generativa, Chat GPT, la compañía puso cuidado en que su creación fuera segura para el conjunto de la humanidad y mirase por el bien común de la misma. La empresa está perdiendo clientes, sus trabajadores quieren irse con Altman a Microsoft, y hay un nuevo CEO interino al frente después de que varios directivos de la tecnología hayan rechazado el puesto.
Pero la ingente cantidad de millones de dólares necesarios para crearla, configurarla, perfeccionarla y desarrollarla, que en su mayoría ha puesto Microsoft, (hasta 10.000 millones tiene pensado invertir) ha generado el conflicto entre los que siempre quisieron hacer el bien, y los que quieren seguir alimentando la gallina de los huevos de oro. La disputa que se arrastraba trataba de dirimir si los miembros de la junta directiva anteponían la seguridad a las ganancias, al menos por un tiempo. Hay que recordar que incluso los empleados de OpenAI no estaban de acuerdo sobre la seguridad de la IA que habían creado.
No obstante la opinión de los conocedores del negocio es clara. La guerra está entre Microsoft y la línea de Sam Altman, quien recorrió el mundo pidiendo ayuda para que la IA generativa fuera regulada cuanto antes, porque su potencial se les estaba yendo de las manos, y quienes querían que la IA proporcionara beneficios gratuitos para todos. Con el éxito de Chat GPT, claramente algunas de las personas más ricas del planeta han considerado a la IA un activo de tremendo valor, y «pasan» de lo de la seguridad como prioridad, y de los «beneficios para todos». Ese es el verdadero problema del culebrón OpenAI vs Microsoft.
el conflicto entre los que siempre quisieron hacer el bien, y los que quieren seguir alimentando la gallina de los huevos de oro
Los representantes de la junta directiva de la empresa echaron el viernes a San Altman porque se había plegado a la ambición de Microsoft. Altman y todos los demás involucrados en la creación en OpenAI en 2019 la crearon sin ánimo de lucro, pero en paralelo organizaron una ramificación con fines de lucro que debía recaudar el capital muy necesario para los recursos informáticos, aunque entonces seguían convencidos de que su misión principal seguía siendo la creación de una IA «segura y beneficiosa». Ya entonces deberían haber previsto el potencial de conflicto entre el lado empresarial y el lado sin fines de lucro.
De aquel planteamiento quedó la estructura de la junta directiva por la que la organización sin ánimo de lucro controla la empresa con fines lucrativos. También es la razón por la que sólo los miembros de la junta directiva que no tienen una participación financiera en OpenAI pueden votar en decisiones en las que los intereses de los inversores y la misión de la organización sin ánimo de lucro puedan entrar en conflicto, como ha ocurrido la pasada semana.
EL FUNDADOR QUE DEJÓ OPENAI Y CREÓ ANTHROPIC
Esta disputa ya había tenido su protagonismo en la sede de OpenAI mucho antes de que tuvieran el arrollador éxito desde que pusieran en el mercado ChatGPT en noviembre de 2022. El próximo día 30 hará un año que está disponible para el público en general a nivel mundial, y tiene casi 200 millones de usuarios, que lo utilizan más de mil millones de veces por mes y que genera casi 100 millones de dólares de cifra de negocio mensual.
Tras el despido de Altman, la misma junta directiva llamó a Dario Amodei, cofundador junto a su hermana Daniela y director ejecutivo de Anthropic, el desarrollador rival de LLM (modelos de gran lenguaje) , para proponerle una posible fusión de las dos compañías. Los hermanos Amodei abandonaron OpenAI y fundaron su empresa precisamente por tener esa visión «ética empresarial de uso responsable de la IA». La junta trató de persuadir a Amodei para que reemplazara a Altman como director ejecutivo.
Los hermanos Amodei abandonaron OpenAI y fundaron su empresa precisamente por tener esa visión «ética empresarial de uso responsable de la IA»
No está claro si la propuesta de fusión dio lugar a alguna discusión seria, según relatan desde The Information, pero Amodei rápidamente rechazó la oferta de ser CEO precisamente por que eligió mantenerse en su puesto en Anthropic; la startup tiene solo 2 años, que vende Claude, un chatbot que compite con ChatGPT de OpenAI, y ambas compiten ferozmente para reclutar investigadores y ganar clientes.
LOS TRABAJADORES TAMBIÉN SE QUIEREN IR
Tres días después del ya famoso despido, la mayor parte del personal (hasta el 95%) ha amenazado con dimitir, los inversores se quejan y los clientes están analizando una amplia gama de alternativas. Ha sido tal la revolución y la evidencia de los motivos, que cabe la posibilidad de que Altman regrese al frente de la exitosa compañía, como reconoció incluso el CEO de Microsoft, Satya Nadella, en la CNBC este lunes por la tarde.
Según algunos comentarios reflejados en los medios de comunicación, como The Information, que está contando en minuto a minuto de la revolucionaria situación de Open AI, la junta incorporará a un director ejecutivo «adulto que pueda equilibrar la organización sin fines de lucro con Microsoft y el negocio comercial, y que no tenga un millón de proyectos paralelos que le desvíen de su atención. Tanto conocedores como opinadores de la situación creen que la junta será reivindicada por actuar como fiduciarios de la misión y los estatutos de la organización sin fines de lucro, y no de los intereses financieros de Satya Nadella, Vinod Khosla y otros directivos tecnológico involucrados.
710 de los 770 empleados de OpenAI, que firmaron una carta dirigida a la junta directiva de la compañía pidiendo a los miembros que renunciaran y reintegraran a Altman
Sin embargo, la gran mayoría de los empleados de OpenAI piden la dimisión de la junta directiva. Así es; la revolución en la empresa creadora de ChatGPT ha llegado hasta más de 710 de los 770 empleados de OpenAI, que firmaron una carta dirigida a la junta directiva de la compañía pidiendo a los miembros que renunciaran y reintegraran al ex director ejecutivo Sam Altman. Si Altman y Brockman no son reintegrados en sus puestos, los empleados aseguran que se unirán al dúo en Microsoft.
La huída la ha provocado Microsoft. Tan solo tres horas después de que el cofundador y director de la junta directiva de OpenAI, Ilya Sutskever, confirmó al personal que Sam Altman no regresaría como director ejecutivo, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, aseguró que Altman, Brockman y otros ex empleados de OpenAI se unirían a Microsoft para liderar «un nuevo equipo avanzado de investigación de IA».
Nadella aseguró a través de X (el antiguo twitter) que Microsoft actuaría «rápidamente para proporcionarles los recursos necesarios para su éxito«, lo que probablemente signifique acceso a servidores con las unidades de procesamiento de gráficos de alta demanda de Nvidia. Cabe recordar que el gigante tecnológico alquila GPU a OpenAI como su proveedor exclusivo de nube. En un tweet posterior, Nadella indicó que el nuevo equipo de Altman tendría una identidad y una cultura «independientes», comparando la relación con los equipos de GitHub y LinkedIn, propiedad de Microsoft.
el CEO de Microsoft, Satya Nadella, dijo que Altman, Brockman y otros ex empleados de OpenAI se unirían a Microsoft para liderar «un nuevo equipo avanzado de investigación de IA»
Nadella también ha asegurado que Microsoft sigue comprometido con su asociación con OpenAI, pese al conflicto, y los clientes que utilizan el servicio de IA. El CEO de Microsoft ha afirmado que mantiene la «confianza en nuestra hoja de ruta de productos, en nuestra capacidad para continuar innovando con todo lo que anunciamos en Microsoft Ignite y en continuar apoyando a nuestros clientes y socios». Justo antes de esa medianoche, Altman respondió a su nuevo jefe, citó su tweet y afirmó que «la misión continúa».
CLIENTES A LA FUGA MIENTRAS BUSCAN UN CEO
La junta de OpenAI, mientras tanto, está tratando de parar el ciclón que ha provocado. Además de al ex empleado Dario Amodei, creador de Anthropic, también llamaron a Nat Friedman, ex director ejecutivo de GitHub, propiedad de Microsoft, y un prolífico inversor en nuevas empresas de inteligencia artificial, así como a Alex Wang, cofundador y director ejecutivo de Scale AI. Ambos rechazaron la oferta. Todo esto antes de que Emmett Shear aceptara el puesto de director ejecutivo interino.
Más de 100 clientes de la empresa se ha puesto en contacto con el competidor Anthropic durante el fin de semana
Después de enfrentarse a todas estas negativas, el mismo domingo por la noche el cofundador y científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever, confirmó que Altman no sería reintegrado en su puesto, como querían muchos empleados, y que sería Shear, cofundador del sitio de transmisión de video Twitch, propiedad de Amazon, quien asumiría el cargo de director ejecutivo interino. Así que las dudas sobre el futuro de OpenAI se han intensificaron este pasado lunes, después de el mismísimo Ilya Sutskever reconociera estar arrepentido por haber participado en el despido de Altman el viernes anterior.
Mientras, los clientes de OpenAI están buscando salidas, lo que indica un posible éxodo de negocios que podría devastar la startup. Más de 100 clientes de la empresa se ha puesto en contacto con el competidor Anthropic durante el fin de semana. La startup de los hermanos Amodei también ha recaudado miles de millones tanto de Amazon como de Google en los últimos meses. Otros clientes se han acercado a Google Cloud y Cohere, una startup rival de OpenAI y muchos otros también están considerando cambiar al servicio Azure de Microsoft, que ofrece copias de los modelos OpenAI y otros modelos.