En la implacable red de carreteras, el radar móvil acecha como guardián invisible de la velocidad. Pero, ¿qué sucede cuando estos vigilantes infranqueables aparecen sin previo aviso, emitiendo multas sin que te des cuenta? En esta odisea moderna de la conducción, es crucial conocer tus derechos y las estrategias que te permitirán esquivar las sanciones injustas.
8También existen los coches radar
En primer lugar, estos coches radar están totalmente conectados a internet y cuentan con un sistema de comunicaciones vía satélite. Esta conectividad asegura que la ubicación GPS del vehículo sea visible constantemente para la central, permitiendo un seguimiento preciso en tiempo real.
En cuanto al dispositivo principal, se trata de un radar con cámara de caja voluminosa, estratégicamente instalado sobre el salpicadero del vehículo. Esta cámara está conectada a un ordenador interno, agilizando el proceso de tramitación de multas directamente por parte del agente. La eficiencia es clave, y este sistema permite una respuesta inmediata ante posibles infracciones.