En un escenario que amenaza con paralizar gran parte de la actividad del sector del transporte y la movilidad en Madrid, miles de transportistas han salido a las calles de la capital española para protestar contra la inminente restricción de acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
A partir del 1 de enero de 2024, los vehículos con etiqueta B no podrán circular por el centro de la ciudad, lo que supone un golpe significativo para un sector ya afectado por la crisis económica y el aumento de los precios de los carburantes.
La problemática de la movilidad radica en la edad promedio de la flota de vehículos utilizados para fines profesionales en España, que asciende a 13 años
Sin embargo, lo que ocurre en Madrid es solo el preludio de un problema que se extenderá por todo el país. La implementación de la normativa de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), impulsada por la Unión Europea para reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en núcleos urbanos, afectará próximamente a 149 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes a partir del próximo año.
LA EDAD PROMEDIO DE LA FLOTA, UN OBSTÁCULO PARA LA ADAPTACIÓN DE LOS TRANSPORTISTAS
La problemática de la movilidad radica en la edad promedio de la flota de vehículos utilizados para fines profesionales en España, que asciende a 13 años. Esta cifra, combinada con la realidad de un tejido empresarial conformado mayoritariamente por pequeñas y micro-pymes, dificulta la capacidad de estas empresas para renovar sus flotas a un ritmo más rápido.
Aunque la normativa ZBE se ha anunciado durante varios años, los usuarios de vehículos profesionales no han tenido la capacidad de adaptar sus flotas para obtener la etiqueta ECO. Factores como la falta de recursos económicos y la crisis económica generada por la pandemia han obstaculizado los esfuerzos de adaptación, creando un conflicto entre el objetivo de reducir la circulación de vehículos contaminantes y la realidad de una flota mayoritariamente conformada por pequeñas empresas con recursos limitados.
EL DILEMA DE LA MOVILIDAD: ¿CÓMO CUMPLIR CON LA NORMATIVA?
Con la normativa ZBE a punto de entrar en vigor en 149 municipios españoles, el sector del transporte se encuentra en una encrucijada. La mayoría de los vehículos utilizados por los transportistas son diésel y no cumplen con los estándares de emisiones requeridos para obtener la etiqueta ECO, lo que los excluye de acceder a las zonas urbanas restringidas.
Miguel Ángel Martín, ingeniero y experto en emisiones y normativas europeas, así como director de Desarrollo de Negocio de Dobleeco, una empresa especializada en la conversión de motores diésel y gasolina a combustibles más limpios, ha analizado la situación y propone una solución asequible para resolver la crisis.
LA SOLUCIÓN PROPUESTA: LA CONVERSIÓN DE MOTORES PARA OBTENER LA ETIQUETA ECO
Dobleeco propone la conversión de motores diésel existentes para que puedan consumir gas, biogás (GLP o GNC), o hidrógeno junto con una pequeña cantidad de diésel. Esta conversión permitiría que los vehículos cumplan con los estándares de emisiones requeridos para obtener la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT).
La mayoría de los vehículos utilizados por los transportistas son diésel y no cumplen con los estándares de emisiones requeridos para obtener la etiqueta ECO
Según Dobleeco, es posible obtener la etiqueta ECO instalando sus kits de conversión en una amplia gama de vehículos, incluyendo aquellos clasificados como N1, N2, N3, M1, M2 y M3 que cuenten con la etiqueta C (diésel euro-6), así como la mayoría de los vehículos con etiqueta B matriculados a partir de 2009.
EL DEBATE SOBRE LA CONVERSIÓN DE MOTORES
La propuesta de conversión de motores ha generado un debate en el sector del transporte. Por un lado, ofrece una solución asequible para cumplir con las normativas de emisiones y permite a las empresas mantener sus vehículos existentes en circulación. Por otro lado, existen preocupaciones sobre la eficacia y seguridad de esta conversión, así como su impacto ambiental.
Dobleeco afirma que es posible obtener la etiqueta ECO instalando sus kits de conversión en una amplia gama de vehículos, incluyendo aquellos clasificados como N1, N2, N3, M1, M2 y M3 que cuenten con la etiqueta C (diésel euro-6). Sin embargo, para abordar estas preocupaciones, es fundamental establecer regulaciones y estándares estrictos para la conversión de motores, realizando pruebas exhaustivas para garantizar que los vehículos convertidos cumplan con los estándares de emisiones y no presenten riesgos para la seguridad.
LAS PERSPECTIVAS DEL FUTURO DE LA MOVILIDAD EN ESPAÑA
La movilidad de los transportistas en Madrid y en toda España se enfrenta a un desafío inminente con la entrada en vigor de las restricciones de acceso a las ZBE. La implementación de la normativa, destinada a mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones contaminantes, ha desencadenado un conflicto entre el objetivo ambiental y la realidad del sector del transporte.
La propuesta de Dobleeco para la conversión de motores ofrece una posible solución asequible, pero el sector y las autoridades deben abordar de manera urgente los desafíos asociados con la implementación generalizada de esta medida. La adaptación a las nuevas normativas de movilidad requerirá una colaboración estrecha entre el sector del transporte, las autoridades gubernamentales y las empresas especializadas en tecnologías de conversión de motores.
La crisis actual destaca la necesidad de una transición más planificada y gradual hacia vehículos más limpios, considerando las limitaciones económicas de las pequeñas empresas del sector del transporte. La conversión de motores podría ser una solución, pero su implementación debe ir de la mano con una regulación sólida y un compromiso continuo con la sostenibilidad para garantizar un futuro más limpio y eficiente en el transporte de mercancías en España.