Con la llegada del frío, poner la calefacción en casa se convierte en una necesidad esencial para garantizar el confort y el bienestar. A medida que las temperaturas descienden, activar el sistema de calefacción proporciona un ambiente acogedor, evitando las incomodidades del clima invernal. Este gesto no solo contribuye al confort térmico, sino que también promueve la salud al prevenir problemas relacionados con el frío, como resfriados o hipotermia. Ajustar la temperatura según las preferencias individuales y utilizar fuentes de calefacción eficientes se vuelve prioritario para crear un hogar cálido y acogedor durante la temporada de invierno. Sin embargo, no hace falta que gastes en ella para calentar la casa. Te explicamos cómo.