Cellnex cerró los nueve primeros meses del año con unos ingresos de 3.008 millones de euros, un 16,95% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que redujo sus ‘números rojos’ en un 22,3%, hasta 198 millones, ha informado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El incremento en un 9% de las amortizaciones respecto al mismo periodo de 2022 y el aumento del 15% de los costes financieros, ambos asociados a los activos adquiridos por el Grupo, son los que explican el resultado neto contable negativo.
La empresa registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 2.248 millones de euros, un 16% interanual más, cifra que recoge, junto al crecimiento orgánico, la consolidación del perímetro, ha explicado la empresa en un comunicado.
El flujo de caja libre fue de 436 millones, frente a los 774 millones negativos de un año antes, «principalmente por el efecto de la venta de emplazamientos en Francia» y de acuerdo con las condiciones (‘remedies’) establecidas por la Autoridad Francesa de la Competencia (FCA) tras la compra de Hivory en 2021.
El consejo de administración de la compañía ha acordado el reparto el 23 de noviembre de un dividendo con cargo a la reserva de prima de emisión por importe de 28,46 millones de euros, lo que implica 0,04035 euros a cada una de las acciones existentes y en circulación con derecho a percibir dicho dividendo.
El consejero delegado de Cellnex, Marco Patuano, ha explicado que el periodo se ha caracterizado «por un buen rendimiento comercial y una sólida ejecución operativa» y ha señalado que los ingresos y el Ebitda están en línea con las previsiones, y que FCF ha sido positivo, textualmente, antes de lo esperado.
«Una vez más, confirmamos todos nuestros objetivos financieros a corto y medio plazo, con la obtención de un FCF positivo al cierre del ejercicio, previsto inicialmente para 2024, gracias a un estricto control de las inversiones en capex», ha añadido.
Patuano ha destacado que la empresa avanza «positivamente en la reducción de la deuda», tras la venta de emplazamientos en Francia y la anunciada este viernes de la unidad de negocio de redes privadas.
DEUDA DE CELLNEX A LA BAJA
La deuda neta de la empresa era de 17.600 millones de euros a cierre de septiembre –sin tener en cuenta los pasivos por arrendamientos–, y un 75% está referenciada a tipo fijo.
La empresa ha recordado que en julio cerró la emisión de un bono convertible de 1.000 millones con vencimiento en 2030 para recomprar un bono convertible de 800 millones con vencimiento en 2026, «ampliando así los vencimientos de la deuda».
Cellnex cuenta con acceso a una liquidez inmediata (tesorería y deuda no dispuesta) de unos 4.600 millones de euros y no tiene ningún vencimiento de deuda en 2023.
Asimismo, ha explicado que prevé cubrir los vencimientos previstos entre 2024 y 2025, que alcanzan los 2.600 millones, con la tesorería disponible y los ingresos procedentes de desinversiones adicionales.
«A partir de 2027, Cellnex generará un sólido FCF que le permitiría financiar el 100% de su deuda», ha añadido.
LÍNEAS DE NEGOCIO
Por líneas de negocio, los Servicios de Infraestructuras para operadores de Telecomunicaciones móviles aportaron a los ingresos el 91,1%, con 2.739 millones, lo que supone un crecimiento del 17,6% respecto a 2022.
La infraestructura por Radiodifusión aportó ingresos de 173 millones, y el negocio de redes de seguridad y emergencia y soluciones para la gestión inteligente de infraestructuras urbanas, 96 millones.
A 30 de septiembre, Cellnex tenia 111.688 emplazamientos operativos, sin tener en cuenta los 17.518 previstos para desplegar hasta 2030, y 9.125 nodos DAS y Small Cells.
Cellnex ha confirmado las perspectivas para el cierre del ejercicio y prevé unos ingresos de entre 4.000 y 4.100 millones –ajustando la previsión de ingresos a los menores precios de la energía refacturada a clientes o ‘Pass-throughs’–.
Además, prevé un Ebitda de entre 2.950 y 3.050 millones y un flujo de caja libre y recurrente de entre los 1.525 y los 1.625 millones.
También ha actualizado al alza la perspectiva en relación al FCF, pasándolo de neutro a positivo, de entre 100 y 150 millones de euros, de manera que avanza un año su consecución.