Berkeley tilda de incongruente al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez por su doble postura con la energía nuclear. En Europa, la Presidencia del Consejo, liderada por España, ha propuesto incluir a la energía nuclear y ciclo del combustible nuclear como una «energía limpia», mientras en el Ejecutivo en funciones ha programado el cierre de todas las plantas para el 2035.
La compañía tiene varios conflictos abiertos con el Ejecutivo, como el de Retortillo, una mina de uranio en Salamanca a la que se le ha denegado todo permiso para su explotación. El último de ellos, por el propio Ayuntamiento de Salamanca, que ha cambiado de color tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.
El Ejecutivo socialista municipal ha retomado el expediente sancionador abierto por «faltas muy graves». El plan de Berkeley pasaba por explotar la mayor mina de uranio a cielo abierto en Europa.
SALAMANCA CIERRA LA PUERTA A BERKELEY
La alcaldesa de la localidad mostró sus reticencias a esta explotación. María del Carmen González Calderón alcanzó el mando en mayo y ha tardado solo dos meses en prohibir toda licencia concecida durante los gobiernos del PP. La compañía no ha parado de caer en Bolsa desde entonces y más desde la posibilidad de que el PSOE reedite La Moncloa con un pacto con Junts.
En la lista de tecnologías estratégicas con balance cero de emisiones para la UE se encuentra la energía nuclear, considerada ahora como «estratégica y limpia», pero se impide su desarrollo en España, «con cierres de las centrales previstos para 2035 y la paralización del proyecto de Retortillo», destaca la empresa.
El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez defiende en la última propuesta de la Presidencia Española del Consejo respecto al Net Zero Industry Act el carácter estratégico del ciclo de vida del combustible nuclear, que incluye la minería de uranio, asegurando que debe ser complementario a la Ley de Materias Críticas, mientras que a la vez paraliza la mina de Retortillo.
La compañía no ha parado de caer en Bolsa desde el resultado de las generales; y más desde la posibilidad de que el PSOE reedite La Moncloa con un pacto con Junts.
«En el caso de autorizar el proyecto, Berkeley Minera España tiene el potencial de construir sus instalaciones en Retortillo en menos de 24 meses y, en este corto periodo, la mina supliría totalmente la importación de uranio procedente de países con gran inseguridad jurídica, como es Rusia», ha afirmado la minera en un comunicado.
LA MINA DEL RETORTILLO
En este sentido, la empresa ha mostrado su disposición y colaboración con el Ejecutivo con el fin de «solventar el actual bloqueo del proyecto Retortillo». Además, mantiene la «esperanza» de que la controversia pueda resolverse de forma amistosa mediante rápidas negociaciones. No obstante, el Ejecutivo en funciones no está ni mucho menos a favor de dar concesiones a la energía nuclear, pese a ser la principal fuente para las industrias.
El objetivo de la compañía pasa por reducir la dependencia energética de España del exterior, y al mismo tiempo contribuir a la creación de riqueza de Castilla y León «de una manera eficaz y sostenible».
La compañía registra una subida del 19% desde el inicio del año, pero desde los máximos anuales la caída alcanza el 43%, un rejón iniciado el 4 de julio del que no se ha podido recuperar a pesar de las expectativas para el sector. El uranio, la materia prima que extrae Berkeley, es de las más estables del mercado, pero debido a acontecimientos excepcionales, como el golpe de Estado en Níger, las subidas se han registrado con fuerza en este año, con ascensos de dos dígitos. Tan solo ha ocurrido en tres ocasiones a lo largo de la historia.
BERKELEY: LA CONCESIÓN MINERA PESA MÁS QUE EL URANIO
Berkeley ha subido con fuerza al calor de la escalada del uranio, pero a partir del 4 de julio se produjo el giro bajista, tan sólo tres semanas antes de las elecciones generales. El temor de los inversores pasaba por la resistencia del PSOE, que está conformando ahora la investidura tras pactar este mismo jueves con Junts. El escenario político pesa en la cotización de la minera, como se vio el pasado 24 de julio, con una profunda caída de casi el 40%.
Tras la resaca electoral, se mantiene así la negativa del Gobierno en funciones a explotar uranio a cielo abierto en España, mientras se da luz verde a las nucleares. De esta forma, la política pesa más que el precio de la materia prima que vende, como desliza la propia minera este mismo jueves, más preocupada por la explotación en Salamanca que por el precio del uranio en el mercado.
La energía nuclear, considerada ahora verde, mitiga los el déficit energético, pero solo lo hará en Europa y más allá de las fronteras españolas, al menos durante una legislatura más, aunque el PSOE no ha podido sellar acuerdo alguno para mantenerse en el asiento de La Moncloa durante cuatro años más.
China e India toman ventaja ahora en el crecimiento de las centrales nucleares como sustitutas a los combustibles fósiles, mientras los países productores del petróleo también están tomando medidas para reducir su depende