Una calefacción eficiente en invierno es crucial para el bienestar y la comodidad. En climas fríos, proporciona un ambiente cálido y acogedor que protege de las bajas temperaturas, previene enfermedades relacionadas con el frío y mejora la calidad de vida. Además, una buena calefacción ayuda a regular la humedad en el interior, evitando problemas de salud como sequedad en la piel o irritación en las vías respiratorias. Facilita la productividad en el trabajo y el rendimiento académico al mantener un entorno confortable. A nivel económico, una calefacción eficiente reduce costos energéticos y, al utilizar fuentes más limpias, contribuye a la sostenibilidad ambiental. Mucha gente se pregunta si es mejor dejarla puesta al irse de casa o bajar la temperatura. Resolvemos esta gran duda a lo largo de este artículo.
8Si estás fuera de casa durante el día la mayor parte del tiempo lo mejor es apagarla
Si pasas la mayor parte del día fuera de casa, apagar la calefacción es una opción sensata para ahorrar energía y reducir costos. Mantenerla encendida en un hogar desocupado derrocha recursos y aumenta la factura de energía innecesariamente. Sin embargo, es recomendable programarla para que se encienda poco antes de tu regreso, asegurando un ambiente cálido a tu llegada. Esto combina eficiencia con comodidad, manteniendo un equilibrio entre el ahorro de energía y la satisfacción térmica.