Las bajas temperaturas, las lluvias intensas, la formación de hielo, la acumulación de nieve y los vientos adversos son factores que hacen que la conducción en invierno sea incómoda y potencialmente peligrosa. La disminución de la luz natural, combinada con estas condiciones climáticas desafiantes, aumenta significativamente el riesgo de accidentes en las carreteras. Por lo tanto, es esencial estar debidamente preparado para enfrentar cualquier adversidad que pueda surgir durante el invierno.
2LOS NEUMÁTICOS TIENEN QUE ESTAR PERFECTOS
Los neumáticos son componentes críticos del coche, ya que representan el único punto de contacto entre el automóvil y la carretera. Por esta razón, es de vital importancia mantenerlos en las mejores condiciones. Un neumático desgastado con un dibujo insuficiente puede ser especialmente peligroso, especialmente durante la temporada invernal, debido a la reducción de la adherencia al asfalto causada por factores como la nieve, el hielo o la lluvia.
Se recomienda que la profundidad del dibujo del neumático sea de al menos 1,6 milímetros, aunque los expertos sugieren que durante el invierno lo ideal sería tener un dibujo de tres o cuatro milímetros para mejorar la expulsión del agua de la carretera.