¿Por qué el coche eléctrico aún no ha conquistado el mundo? Fácil: por sus (aún) limitadas prestaciones e infraestructura y por el esfuerzo económico que suponen, mucho más costoso que sus homólogos de combustión. Pues bien, según las previsiones del gigante financiero Goldman Sachs, el factor monetario de esta ecuación bien puede estar a punto de despejarse. Una investigación de mercado de la firma augura un escenario de precios mucho más ‘populares’, gracias a la caída en la cotización de los componentes de las baterías, principalmente del litio. Eso y un eventual ‘eureka’ en la búsqueda de alternativas a este material podrían ser el último ingrediente del guiso.
En su análisis, el equipo de expertos de Goldman Sachs comienza recordando los nada lejanos tiempos en que la escasez de suministros electrónicos propulsó una greenflation o sobreprecio ‘verde’ que amenazaba las metas descarbonizadoras globales; entre ellas, la expansión comercial de la movilidad eléctrica. Ahora, en las postrimerías de 2023 y con dos conflictos militares a gran escala ensombreciendo el panorama, la situación es la contraria: la valoración de los metales de las baterías cae de forma sostenida, acercando la automoción sin emisiones.
«Goldman Sachs Research espera que los precios de la batería caigan a 99 dólares (92,5 euros) por kilovatio hora (kW/h) de capacidad de almacenamiento para 2025; una disminución del 40% desde 2022, frente al pronóstico anterior que era una disminución del 33%» -indica el estudio- «Nuestros analistas estiman que casi la mitad de la caída provendrá de la caída de los precios de las materias primas de los vehículos eléctricos, como el litio, el níquel y el cobalto».
LA VISIÓN DE GOLDMAN SACHS: EL COCHE ELÉCTRICO, EN BOGA
El litio, componente crítico de los motores de los coches eléctricos, está inmerso en una espiral bajista que ya está teniendo impacto en los balances de los productores. Entre julio y septiembre, los precios chinos de carbonato de litio para baterías cayeron alrededor del 45%, hasta los 165 yuanes chinos (21,7 euros) por kilo, según datos de Reuters. El precio de referencia para este metal en Europa, por su parte, ha caído un 70% de enero a octubre, hasta los 22,5 euros por kilo.
En consecuencia, la institución vaticina que el precio de la batería caiga «un promedio del 11% por año entre 2023 y 2030», escribe Nikhil Bhandari, codirector de la división investigativa de Goldman Sachs para Asia-Pacífico y las energías limpias.
A medida que bajan los precios de las baterías, Goldman Sachs Research estima que el mercado de los vehículos eléctricos podría alcanzar la paridad de costos con los coches de combustión en una fecha tan cercana como mediados de esta década, excluyendo los subsidios. «La reducción en los costos de las baterías podría conducir a un precio más competitivo de los vehículos eléctricos, una aceptación más amplia por parte del colectivo de consumidores y un mayor crecimiento mercantil tanto para este tipo de coches como para sus componentes», dice Bhandari.
EL ANÁLISIS DE GOLDMAN SACHS EXPLICA QUE EL MERCADO DE LOS COCHES ELÉCTRICOS ESTÁ ENTRANDO EN «UNA NUEVA FASE» MÁS INFLUENCIADA POR LAS PREFERENCIAS DEL PÚBLICO QUE POR LAS AYUDAS ESTATALES
El mercado de vehículos eléctricos vivió su particular apogeo gracias al generalizado apoyo regulatorio en los principales mercados; sin embargo, actualmente la penetración mundial de los vehículos eléctricos está empezando a retroceder, una coyuntura de la que Goldman Sachs culpa a la «retirada de los subsidios» en regiones como Europa y China.
No obstante, el equipo de Goldman percibe que el sector está entrando en «una nueva fase» más fuertemente influenciada por las preferencias del consumidor que por la generosidad del Gobierno, a medida que los precios de las baterías caen. Sus estimaciones respecto a la penetración global de los vehículos eléctricos han saltado al 17% en 2025 desde el ínfimo 2% en 2020; y al 35% y 63% para 2030 y 2040, respectivamente. Esta renovada fiebre por el coche eléctrico se traducirá en un 21% sobre las ventas totales globales de vehículos para 2025, el 47% para 2030 y el 86% para 2040.
UNA NUEVA GENERACIÓN DE BATERÍAS
Los investigadores de Goldman conceden también un muy alto valor a las nuevas tecnologías en la configuración de este -aún hipotético- mercado ‘popular’ de coches eléctricos. Esta misma década podría ver la irrupción de una renovada hornada de baterías de nueva generación, fabricadas con componentes novedosos que metan presión al hasta ahora omnipresente litio.
Hay que recordar que la extracción y procesamiento de este metal tiene un duro impacto medioambiental; y que la autonomía de los motores potenciados por baterías de litio es, en el mejor de los casos, limitada. Por este motivo, los esfuerzos innovativos se están centrando en el empleo de otros materiales más abundantes y fáciles de tratar, como el ánodo de silicio, el sodio, el azufre, el hidrógeno o el grafeno. También existen proyectos para aumentar la eficiencia y seguridad de las baterías de litio ya existentes.
El desarrollo de un modelo de motor eléctrico más barato y sencillo de fabricar se trasladaría al precio final que paga el consumidor, aumentando la accesibilidad y penetración de este tipo de movilidad.