Seamos sinceros: un buen bizcocho entra bien a cualquier hora del día. Que si para desayunar, que si de postre de la comida, que si de postre de la cena… Y también, por supuesto, para picar entre horas tanto a media mañana o como para merendar. Lo bueno es que se trata de un plato de repostería que es muy sencillo de preparar, por lo que no es necesario que, en caso de que se te antoje uno, lo compres en el supermercado. Precisamente a lo largo de este artículo te vamos a enseñar cómo preparar uno de manzana que le da mil vueltas al clásico de limón.