La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha confirmado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que está valorando comprar una participación en Telefónica.
La SEPI ha asegurado que viene «monitorizando» la situación de la operadora española y que está llevando a cabo un «análisis exploratorio interno» relativo a una eventual adquisición de una participación accionarial en Telefónica.
«Dicho análisis por parte de SEPI no presupone la adopción de una decisión que suponga dicha adquisición», concluye el comunicado, en el que no especifica el porcentaje que valora adquirir.
Ayer, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, reiteró el carácter estratégico de Telefónica para España y evitó pronunciarse sobre la posible entrada de la SEPI, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, en el capital social de la operadora, junto a un grupo de inversores españoles.
«Es una empresa estratégica para España por su papel en el ámbito de las telecomunicaciones, pero también en el ámbito de la defensa. No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre estas operaciones por la prudencia que exige esa relevancia estratégica de la misma», subrayó Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Gobierno en funciones analiza opciones para reforzar la españolidad de Telefónica, entre las que figuraría una eventual toma de participación del 5% en el capital de la compañía, liderada por la SEPI y en coordinación con otros inversores nacionales.
El objetivo de este movimiento sería «preservar los intereses nacionales» en la operadora tras el desembarco del grupo saudí STC en la compañía, que el pasado 5 de septiembre anunció que había adquirido un 9,9% de Telefónica –un 4,9% en acciones y 5% en derivados–, si bien la operación todavía debe ser aprobada por el Gobierno para completarse.
«UNA BUENA NOTICIA»
Los analistas del Banco Sabadell consideraron este lunes, antes de que la SEPI confirmase que está estudiando su entrada en Telefónica, que esta posibilidad sería una «buena noticia» y estaría en línea con las declaraciones del Gobierno en las que aludía a la necesidad de proteger los intereses nacionales.
En ese sentido, la entidad financiera también apuntaba que existen precedentes de este tipo de intervención en compañías consideradas estratégicas, como en Indra, por ejemplo.
«La noticia sería positiva, de confirmarse, en la medida en que permitiría dar el visto bueno a la operación de compra del 9,9% de capital de Telefónica por la saudí STC (que ya posee el 4,9%), evitando así el ‘overhang’ de una potencial desinversión en caso de denegarse, al tiempo que se dota de mayor estabilidad al accionariado de la compañía», añadieron los analistas.
De este modo, y tomando como referencia el precio actual de las acciones de Telefónica, la toma de un 5% del capital social de la operadora supondría el desembolso de unos 1.000 millones de euros.
STC CONFÍA EN TELEFÓNICA
En este contexto, el grupo saudí STC publicó este lunes sus resultados y en el marco de los mismos destacó su confianza en el potencial de Telefónica.
«Telefónica es una de las mayores empresas de telecomunicaciones del mundo con presencia en importantes mercados como España, Alemania, Gran Bretaña y Brasil. Esta inversión tiene como objetivo fortalecer la cooperación entre las dos empresas para beneficiarse de todas las oportunidades disponibles en el futuro», resaltó STC en un comunicado.
Esta inversión también se alinea con la ambiciosa estrategia de expansión y crecimiento sostenible del grupo, que ha resultado en numerosas inversiones en el sector TIC (tecnologías de la información y la comunicación), ya sea a nivel local o internacional», agregó.
La empresa también subrayó su confianza en el «crecimiento sostenible» y en el «potencial alcista» de Telefónica dado que, a su juicio, la operadora española tiene en cartera una «oferta única de activos de infraestructura de primer nivel y plataformas tecnológicas de última generación» con las que está desarrollando «capacidades de última generación» en distintas áreas.