La Giralda de Sevilla es uno de los monumentos más famosos de la ciudad. Está situada en la parte oeste de la Catedral de Santa María de la Sede. Esta torre tiene más de cinco siglos de antigüedad, aunque los restos del minarete que la precedía aún se conservan. Desde la Giralda se dominan unas espectaculares vistas panorámicas sobre la ciudad de Sevilla. Está considerada uno de los principales monumentos musulmanes de la España peninsular y, junto con la Catedral de la que forma parte, se considera uno de los enclaves patrimoniales más importantes de la ciudad andaluza.
Se trata de una imponente torre de 80 metros de altura, coronada con una hermosa giralda, obra del maestro artífice del Renacimiento, Hernán Ruiz el Mozo. Su construcción data del siglo XVI y a lo largo de los años se la ha ido restaurando poco a poco, conservando su estructura original y convirtiéndose en un símbolo representativo de todo Sevilla.
1HISTORIA

La primera obra de la Giralda se remonta al 1172, cuando los almohades construyeron un minarete de 80 metros de altura para la mezquita que existía anteriormente en el lugar. Este minarete contaba con un espacio superior con una giralda compuesta de varias columnas y una pequeña lámpara de aceite para simbolizar la presencia de Alá. Una vez se completó la construcción de la Catedral en 1402, se realizaron adaptaciones a la torre y se añadió algunos elementos cristianos como la clepsidra o los doce ángeles conocidos como los Apóstoles.
La pierna de madera, obra de Hernán Ruiz el Mozo, fue colocada en 1568 en lo más alto de la Giralda para sustituir a la lámpara de aceite y simbolizar el triunfo de los reyes Católicos. Se la conoce como la Giralda Mayor, y posee 24 campanas repartidas a través de sus seis filas. Posteriormente, entre los siglos XVI y XVII, la torre fue remodelada, añadiéndose nuevos elementos como la figura del Arcángel Gabriel.