A pesar de que pueda parecer un poco raro, caminar hacia atrás es una actividad que puede aportar una serie de beneficios comprobados: contribuye a la pérdida de peso, mejora el equilibrio, alivia el dolor lumbar, fortalece músculos subutilizados, protege las articulaciones y favorece la función pulmonar. Es más fácil de lo que parece y existen varios niveles de dificultad para aquellos que quieran aumentar el reto y el gasto calórico. Además, se puede practicar al aire libre o en una cinta de caminar.
6MENOS CARGA EN LAS ARTICULACIONES
Al fortalecer los músculos que a menudo se pasan por alto en la caminata convencional, se proporciona un mayor soporte a las articulaciones. Esto a su vez ayuda a reducir la presión y la tensión en las articulaciones, lo que puede ser especialmente beneficioso para personas con problemas articulares o para aquellos que desean proteger sus articulaciones a largo plazo.