Spotify va a cambiar la manera de pagar a los artistas, ya que se está planteando cambiar su modelo de abono por número de reproducciones en 2024. La intención de la plataforma es poder descalificar algunas pistas de pagos y aumentar las sanciones por fraude. El problema es que, además de afectar a aquellas pistas fraudulentas, llamadas por la compañía de «ruido» no musicales, así como a los distribuidores y sellos que cometen fraude, también afectaría a los artistas con menores reproducciones. Es decir, que la multinacional de la música va a acabar imponiéndonos a los artistas más escuchados, tal y como ha hecho la radiofórmula, como los 40 Principales, tradicionalmente.
Precisamente se han conocido los planes de Spotify cuando acaba de hacer públicas sus ganancias del tercer trimestre del año, y un crecimiento de suscriptores que alcanzan ya los siete millones, a pesar de haber subido sus precios recientemente y gracias a haber recortado costes.
Desde hace ya algunas semanas se están produciendo conversaciones con los principales sellos discográficos como Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music Group además de otros sellos y distribuidores independientes. Al parecer, el modelo de prorrateo para el cobro de honorarios de los artistas se va a mantener igual, pero se van a establecer nuevas maneras de aumentar el monto que reciban el grupo de artistas y titulares de derechos más exitosos y establecidos.
SPOTIFY FAVORECERÁ A LOS «SUPERVENTAS»
Estos cambios, que se hicieron públicos en a través de la publicación especializada Music Business Worldwide, incluyen un nuevo nivel de trasmisiones anuales mínimas que un pista debe alcanzar antes de comenzar a generar ingresos para los titulares. Con este nuevo «umbral» se van a desmonetizar las pistas que hasta ahora habían recibido el 0,5% de los ingresos que pagaba Spotify.
Las novedades también incluyen el establecimiento de sanciones económicas para aquellos distribuidores y sellos musicales que realicen alguna actividad fraudulenta en temas que se hayan subido a la plataforma. También se va a imponer una duración mínima de reproducción que tendrán que alcanzar las pistas de rudio no musical, como por ejemplo los cuentos, los sonidos de pájaros o el rudio blanco, para que puedan conseguir generar ingresos.
se van a desmonetizar las pistas que hasta ahora habían recibido el 0,5% de los ingresos que pagaba Spotify
Aunque todavía no está muy definidos los parámetros de estas nuevas normas, ni cómo se van a implementar, lo que sí está claro es que se necesitarán nuevos acuerdos entre las discográficas y distribuidores y el streaming. Aunque los cambios se pueden implementar sin renovar las licencias, todas las partes acabarán firmándolos porque, salvo a los artistas más pequeños y desconocidos, benefician tanto a Spotfy como a las empresas musicales implicadas.
Para Spotify esto no es más que una manera de «mantener la integridad de la plataforma» y «servir mejor a los artistas», pero los que más reproducciones acumulan o más de moda estén. Ya en su carta anual de Año Nuevo, el director ejecutivo de Universal Music Group, Lucian Graine, pidió un «modelo actualizado» para el negocio que será «un modelo innovador, centrado en el artista, que valora a todos los suscriptores y recompensa la música que les gusta».
Para Spotify esto no es más que una manera de mantener la integridad de la plataforma y servir mejor a los artistas
La Universal se ha reunido con otras plataformas de streaming, como Tidal, Deezer y Soundcloud, para buscar modelos alternativos. El pasado mes de julio, la productora musical ya dijo que había llegado a un acuerdo con Spotify por el que la multinacional se había comprometido a abordar «claves para llegar hasta un enfoque centrado en el artista«.
Según explicó el mismo Grainge, la plataforma debía recompensar bastante a «artistas reales con bases de fans reales por la participación en la plataforma que impulsan. También debía aplicar «sistemas más estrictos de detección y control del fraude» y «garantizar que los derechos de autor de los artistas reales no se vean diluidos por el ruido, así como «alinear mejor la relación entre artistas y fans, promoviendo un mayor descubrimiento y promoción de artistas reales».
El camino hacia la nueva manera de calcular el pago a los artistas, en cualquier caso, pasa por bajar los parametros para que las escuchas pasivas no ganen tanto por reproducciones, e impulsar a los artistas que son más buscados activamente por los usuarios.
MÁS DE 601 MILLONES DE SUSCRIPTORES
La compañía creada en 2005 busca formas de no abonar el 0,03 euros de promedio que abona a los artistas por cada reproducción si estos no alcanzan determinadas cotas de interés entre los usuarios. Y eso que acaba de anunciar que ha registrado unos ingresos operativos en el tercer trimestre de 32 millones de euros (34,1 millones de dólares), su primer beneficio trimestral desde 2021, ayudado por un mayor margen bruto, menores costes de personal y marketing y, por supuesto, los aumentos de precios en sus servicios de streaming y el crecimiento de suscriptores en todas las regiones.
La empresa de origen sueco ha aumentado el número de usuarios activos mensuales en el tercer trimestre un 26%, a 574 millones, con lo que ha superado su propia guía y el pronóstico inicial de los analistas de 565,7 millones. Los suscriptores premium, que representan la mayor parte de los ingresos de la empresa, aumentaron un 16% hasta los 226 millones, y superaron las estimaciones de 223,7 millones.
Los ingresos de la multinacional aumentaron un 11% hasta los 3.360 millones de euros, y también superaron las estimaciones iniciales de 3.330 millones de euros
La compañía ha presumido también de que al ritmo que crecen sus clientes, en el cuarto trimestre del año alcanzará los 601 millones de suscriptores. También prevé unos ingresos operativos de 37 millones de euros en el cuarto trimestre. Su director financiero, Paul Vogel, se mostrado más que optimista al decir que creeen que en el futuro «deberíamos ver un crecimiento bastante consistente en nuestros ingresos operativos». Los ingresos de la multinacional aumentaron un 11% hasta los 3.360 millones de euros, y también superaron las estimaciones iniciales de 3.330 millones de euros.
Tras las últimas decisiones de la compañía, es muy posible que lo consigan con facilidad. Después de gastar más de mil millones de euros en desarrollar su negocio de podcasts, Spotify ha mantenido un estricto control de los costos, ha despedido al 6% de sus empleados a principios de este año y en julio aumentó los precios de sus planes premium. Aún así, su director general, Daniel Ek ha aclarado que «para nosotros la eficiencia no significa sólo reducir costes, significa sacar más provecho de cada dólar», aunque todavía no están centrado en esa obtención tan eficiente de beneficios.