El aceite de oliva es un pilar fundamental de la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud y su sabor exquisito. Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, este aceite es esencial para mantener una dieta equilibrada. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, controla el colesterol y contribuye a la salud del sistema circulatorio. Además, el aceite de oliva es versátil en la cocina, utilizándose en ensaladas, carnes, pescados y como base para muchas preparaciones. Su presencia en la dieta mediterránea resalta su importancia no solo para la salud, sino también para la tradición culinaria y el placer gastronómico. ¿Sabes reconocer las diferencias entre sus distintos tipos? Te las explicamos todas a lo largo de este artículo.
9Y estas las del de oliva virgen refinado
El aceite de oliva virgen refinado se obtiene a partir del aceite de oliva lampante, que ha sido sometido a un proceso de refinamiento para eliminar sus impurezas y defectos. Aunque es un aceite neutral en sabor y aroma, no puede ser comercializado directamente. Por lo general, se utiliza como base para mezclas con el de oliva virgen extra o virgen, para mejorar su calidad y sabor, creando así productos de aceite de oliva aptos para el consumo.