El aceite de oliva es un pilar fundamental de la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud y su sabor exquisito. Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, este aceite es esencial para mantener una dieta equilibrada. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, controla el colesterol y contribuye a la salud del sistema circulatorio. Además, el aceite de oliva es versátil en la cocina, utilizándose en ensaladas, carnes, pescados y como base para muchas preparaciones. Su presencia en la dieta mediterránea resalta su importancia no solo para la salud, sino también para la tradición culinaria y el placer gastronómico. ¿Sabes reconocer las diferencias entre sus distintos tipos? Te las explicamos todas a lo largo de este artículo.
8Estas son las características del aceite de oliva virgen rampante
El virgen lampante se obtiene mediante procesos mecánicos, pero su calidad es inferior, ya que presenta defectos y una acidez superior a 2g/100g. Se utiliza aceituna de baja calidad en su producción. Este tipo de aceite no es apto para el consumo humano debido a sus características organolépticas deficientes y debe ser refinado antes de su uso en la alimentación.