El aceite de oliva es un pilar fundamental de la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud y su sabor exquisito. Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, este aceite es esencial para mantener una dieta equilibrada. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, controla el colesterol y contribuye a la salud del sistema circulatorio. Además, el aceite de oliva es versátil en la cocina, utilizándose en ensaladas, carnes, pescados y como base para muchas preparaciones. Su presencia en la dieta mediterránea resalta su importancia no solo para la salud, sino también para la tradición culinaria y el placer gastronómico. ¿Sabes reconocer las diferencias entre sus distintos tipos? Te las explicamos todas a lo largo de este artículo.
7Y estas las del aceite de oliva virgen
El de oliva virgen se distingue por su alta calidad y método de extracción. Se obtiene a través de procedimientos mecánicos en frío, sin uso de calor ni químicos, conservando así sus atributos naturales. Presenta un sabor y aroma fresco y frutado, con un nivel de acidez ligeramente mayor que el virgen extra. Aunque es de excelente calidad, se utiliza comúnmente en la cocina y es apreciado por su versatilidad en preparaciones culinarias.