A finales de octubre, es común que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostique la llegada de lluvias y frío a gran parte de España. Y así ha sido. Con la transición del otoño al invierno, las temperaturas tienden a descender, y las precipitaciones se vuelven más frecuentes. Este cambio climático es esperado y marca la transición estacional. Las lluvias son esenciales para recargar acuíferos y mantener el equilibrio natural en los ecosistemas. Además, la bajada de temperaturas indica la necesidad de prepararse para el invierno, abrigándose y ajustando los hábitos diarios. La predicción de la AEMET sirve como advertencia para tomar precauciones y adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes. A pesar de todo ello, no nos imaginábamos que lo peor está todavía por llegar.
1La importancia de la labor de la AEMET
La labor de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es de suma importancia en la sociedad actual. Esta entidad desempeña un papel fundamental al proporcionar pronósticos precisos del tiempo y alertas tempranas sobre fenómenos climáticos extremos. Estos pronósticos ayudan a prevenir desastres naturales, permiten una gestión efectiva de recursos hídricos, agrícolas y energéticos, y garantizan la seguridad pública. La agencia también apoya a sectores críticos como la aviación, la navegación y la agricultura, facilitando una toma de decisiones informada. En última instancia, su labor contribuye a la resiliencia y el bienestar de la sociedad ante los desafíos del clima en constante cambio.