Las bebidas energéticas están bajo la lupa de las autoridades de la salud. Cada vez son más los menores que consumen regularmente este tipo de refrescos sin ser conscientes de los riesgos que esto conlleva para su salud. Los datos disponibles respaldan esta preocupación. Ya en 2013, se emitieron advertencias desde Europa al informar que un 16% de los niños de entre 3 y 10 años consumían bebidas energéticas en más de cuatro ocasiones por semana. En España, una encuesta realizada entre jóvenes de edades comprendidas entre 14 y 18 años reveló que un 45% de ellos habían consumido este tipo de bebidas en el último mes.
3LA OPINIÓN PEDIÁTRICA SOBRE LAS BEBIDAS ENERGÉTICAS
Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), expresa una opinión preocupante sobre las bebidas energéticas y su impacto en la salud de los niños. Según su perspectiva, estas bebidas son peligrosas para los más jóvenes y deben ser evitadas por diversas razones.
En primer lugar, señala los estimulantes presentes en las bebidas energéticas, como la cafeína y otros, que pueden provocar una serie de efectos adversos en la salud, como insomnio, nerviosismo, aumento de la presión arterial y del ritmo cardíaco, lo que puede ser especialmente perjudicial para los niños. Además, destaca el alto contenido de azúcar en estas bebidas, lo que puede contribuir a problemas de salud como la obesidad, que es un tema de preocupación creciente en la población infantil.