viernes, 18 octubre 2024

Seguridad alimentaria: 6 claves para entender a la alimentación saludable

El desperdicio y el mal uso de los alimentos sigue siendo un enorme desafío para la sociedad contemporánea. En un momento en el que se busca abordar los desequilibrios de la seguridad alimentaria y nutricional, reduce el desperdicio de alimentos se presenta como una solución simple. Sin embargo, nuestros hábitos alimentarios implican una relación compleja con los alimentos y la resiliencia de los sistemas de producción nos limita a pensar en hacer un cambio sustentable a corto plazo.

Para desarrollar un enfoque sostenible, debemos entender de dónde provienen los alimentos que endeudan e intentar reducir el desperdicio desde la fuente. Esto conlleva una consciencia creativa y colectiva, sin la cual no existe solución a este problema.

Causas del desperdicio de alimentos

Causas del desperdicio de alimentos

En los últimos años, el desperdicio de alimentos ha alcanzado cantidades alarmantes, con la OCDE estimando que más de un tercio de los alimentos producidos al nivel mundial se desperdicia. Esta estadística suma lo que laFAO denomina el “desperdicio de alimentos”, tanto el desperdicio alimentario como el descarte alimentario. La diferencia radica en el elemento temporal: el desperdicio de alimentos ocurre durante la producción o el procesamiento, mientras que el descarte ocurre después de los problemas del almacenamiento o durante la distribución o el consumo. Esto es importante para entender el origen de este problema.

Las principales causas del desperdicio de alimentos se clasifican en cuatro categorías principales. Esto incluye la producción en exceso, problemas con la cadena de suministro, los almacenamiento y los descartes alimentarios. La producción en exceso ocurre cuando los productores prodigan demasiado para satisfacer la demanda. Esto puede suceder cuando los precios del mercado son bajos, o cuando hay problemas de almacenamiento, lo que provoca un exceso de materias primas en lugar de una disponibilidad regular y rentable. Esto conlleva el desperdicio de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro.

Los problemas en la cadena de suministro son causados por la falta de transformación de los alimentos para satisfacer los estándares del mercado. Algunos productos pueden tener defectos o condiciones que no cumplen con los parámetros de los minoristas, y otros pueden sobrepasar los límites de duración, lo que los hace inaceptables y se descartan. El tercer factor importante es el mal almacenamiento, ya sea en hogares, almacenes de alimentos, minoristas, productores o transportes. Cuando los alimentos se almacenan en malas condiciones, degradan y se desechan, lo que provoca enormes cantidades de desperdicios.

La respuesta para reducir el desperdicio de alimentos

Las prácticas alimentarias no sostenibles conllevan el desperdicio de alimentos en todos los enlaces de la cadena de suministro. Con el fin de reducir el desperdicio de alimentos, debe abordarse la responsabilidad de todos los actores involucrados. Por ejemplo, los gobiernos deben ser más proactivos al, implementar regulaciones y políticas para adoptar enfoques sostenibles para la producción, distribución y consumo de alimentos. Esto incluye incentivos para los productores y transformadores para adoptar resistentes estrategias de gestión de alimentos, definir estándares para los minoristas y el consumo para reducir el desperdicio, así como los sistemas reguladores para controlar el etiquetado y la cantidad.

Además, los modelos alimentarios deben reorganizarse para que haya menos énfasis en el desperdicio, y más en la importancia de la seguridad alimentaria. Para hacer esto, las ciudades, los municipios y los hogares deben poner en práctica hábitos alimenticios más saludables. Esto significa aumentar el consumo de alimentos a base de plantas, disminuir el consumo de alimentos procesados, optimizar la compra, y elegir alimentos con un intervalo distinto para ayudar a reducir el desperdicio alimentario.

Integrando la educación y la prevención

Integrando la educación y la prevención

Uno de los principales desafíos al abordar el inconsciente desperdicio de alimentos es la falta de conciencia otorgada a esta importante problemática. Para reducir el desperdicio de alimentos, debemos desarrollar una «cultura de concienciación» más allá de hábitos de compra y elecciones alimentarias. Esto implica un enfoque educativo y preventivo para abordar la responsabilidad de los individuos y el desperdicio de alimentos.

En primer lugar, debe incluirse una enseñanza adecuada, ya sea a través de escuelas o incentivos gubernamentales, para conocer el origen y los procesos que involucran en la producción de alimentos. Esta educación también deberá incluir la enseñanza sobre los sistemas de producción locales, y el papel que desempeñan en el fortalecimiento de las comunidades.

Además, la promoción y el apoyo a niveles de adeptos de alimentos ecológicos y de producción local pueden mejorar la educación general sobre el desperdicio de alimentos, así como contribuir a mejorar la seguridad alimentaria. De esta forma, puede promover el consumo consciente, así como la implantación de incentivos para el reciclaje y el reciclaje de alimentos.

Seguridad alimentaria: Mejorar el re-cultivo de alimentos

La re- cultivación se considera una práctica de producción de alimentos muy sostenible debido a la excesiva cantidad de portadores de plaguicidas químicos y de nutrientes orgánicos. La re- cultivación se basa en, un círculo continuo de fertilizantes orgánicos y en una interacción positiva con el medio ambiente. Esto permite a los agricultores cultivar alimentos de forma sostenible sin agotar los recursos naturales y promociona la coexistencia de la biodiversidad.

Además, esta práctica es fácilmente implementable por los agricultores debido al hecho de que se requieren pocos insumos, como el uso de abonos orgánicos y cultivos agroforestales para lograr una producción agrícola sostenible. En general, la re- cultura puede restablecer el balasto de nutrientes en el suelo, contra el lavado y promover el uso más eficiente del agua y la energía. Esto nos indica que será posible alcanzar un equilibrio entre la producción y el consumo de alimentos que no se base en el desperdicio.

Fomentar el reciclaje de alimentos

Fomentar el reciclaje de alimentos

El reciclaje de alimentos es una forma cada vez más popular de combatir el desperdicio de alimentos. Esto se refiere al proceso de recuperación y distribución de alimentos aún comestibles que ya no están en buen estado para ser comercializados, pero que todavía contienen nutrientes saludables, y se utilizan para el consumo humano. Esta práctica está cada vez más vinculada a la caridad alimentaria, y es una herramienta efectiva para reducir el desperdicio de alimentos.

En general, el reciclaje de alimentos se puede implementar a través de muchas formas asequibles, como aumentando la conciencia de los consumidores acerca de los productos restantes, el reciclaje de alimentos y la donación. Esto promoverá un uso más eficiente y responsable de los alimentos, así como una distribución económica de los mismos. Otra forma de aprovechar los alimentos desperdiciados es el uso de los mismos para la elaboración de otros productos alimenticios, como la fermentación y el compostaje. Esto reduce el desperdicio alimentario aún más y ofrece a los agricultores soluciones sostenibles para la producción alimenticia.

Gestionando el desperdicio de alimentos

Mientras que los programas de reciclaje de alimentos y la re- cultivación continúan con su avance, la forma en que los hogares, los productores y los minoristas gestionan los alimentos todavía inspira poco respeto. Para reducir el desperdicio de alimentos, comenzar a pensar en formas de minimizar la cantidad de alimentos entregados a los hogares y a los minoristas, así como la educación y el conocimiento de cómo los alimentos se deben almacenar.

Un buen ejemplo de ello es el uso de la tecnología para garantizar que los alimentos se almacenen adecuadamente. Esto incluye el uso de productos idóneos, sistemas de alerta temprana para productos con una fecha de caducidad próxima y sistemas para optimizar el rendimiento de los productos alimenticios. Estas soluciones pueden ayudar a los minoristas y proveedores a prevenir el desperdicio de alimentos de manera eficaz.


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