El mercado de los hidrocarburos está muy vivo, a tenor de las mareantes cifras de los colosos estadounidenses del sector. Chevron, gigante entre gigantes, ha llegado un acuerdo para la compra de la compañía de exploración de gas y petróleo Hess por 53.000 millones de dólares (unos 50.000 millones de euros), según la información a la que ha tenido acceso MERCA2. Ésta es la segunda ‘megaoperación’ en el sector en tan solo unos días, después de la adquisición de Pioneer Resources por parte de Exxon Mobile.
Según los términos comunicados por las empresas involucradas, Chevron se hará con la totalidad de las acciones de su hasta ahora rival Hess, lo que llevará a cabo pagando 171 dólares (161 euros) por cada una de las participaciones, con una prima de alrededor del 10%. Los accionistas de Hess, por su parte, recibirán 1.025 acciones de Chevron por cada una que poseyeran de la empresa absorbida, dando a la compañía un valor empresarial total de 60.000 millones de dólares (56.574 millones de euros), incluyendo la deuda, según ‘Bloomberg’.
«LA COMBINACIÓN DE ACTIVOS DE HESS POSICIONA A CHEVRON PARA FORTALECER NUESTRO DESEMPEÑO A LARGO PLAZO Y MEJORAR AÚN MÁS NUESTRA VENTAJOSA CARTERA»
Mike Wirth, presidente y director ejecutivo de Chevron
«Esta combinación posiciona a Chevron para fortalecer nuestro desempeño a largo plazo y mejorar aún más nuestra ventajosa cartera, al agregar activos de clase mundial», ha dicho el presidente y director ejecutivo de la empresa compradora, Mike Wirth, en el comunicado del que se ha hecho eco Bloomberg.
La adquisición dará a Chevron un 30% de la propiedad de más de 11.000 millones de barriles equivalentes de recursos recuperables en Guyana, que es uno de los principales nuevos productores de petróleo del mundo y cuenta con una fuerte perspectiva de crecimiento. También incluye activos en la explotación de esquisto de Bakken (EEUU) y en el Golfo de México, que pasarán a la cartera de la compañía compradora.
BUENAS NOTICIAS PARA LOS ACCIONISTAS DE CHEVRON
El acuerdo impulsará la producción estimada de Chevron a cinco años vista, así como las tasas de crecimiento del flujo de caja libre (los ingresos después de restar los gastos necesarios para la actividad de la empresa), incrementos que se extenderán a la próxima década, según el comunicado. Los rendimientos de los inversores también engordarán, con un aumento estimado del 8% en su dividendo del primer trimestre en enero, y otros 2.500 millones de dólares (23.563 millones de euros) en recompras de acciones una vez el acuerdo se haya cerrado definitivamente.
La transacción ha sido aprobada por unanimidad por los consejos de ambas empresas y debería cerrarse en el primer semestre de 2024, según las firmas involucradas. La consumación del acuerdo está sujeta a la aprobación de los accionistas de Hess y de los reguladores; así como al cumplimiento de los requisitos presentes en la normativa.
Este es el segundo acuerdo importante en la industria petrolera estadounidense en solo unas semanas. El pasado miércoles 11 de octubre, Exxon Mobil acordó la compra del productor de petróleo de esquisto Pioneer Natural Resources por 58.000 millones de dólares (54.680 millones de euros). La operación está en sintonía con la visión, compartida por el resto de ‘grandes’, de que el petróleo y el gas seguirán siendo fundamentales para el ‘mix’ energético mundial en las próximas décadas. Chevron dijo al respecto que esta adquisición proporcionará «un crecimiento más rápido y rendimientos más generosos a los inversores».
CHEVRON Y EXXON SUBEN LAS APUESTAS
El tamaño y relevancia de la operación de Exxon también ha atraído la atención de los analistas. El vicepresidente de la consultora WoodMackenzie en América, Ed Crooks, ha manifestado que el acuerdo no solo denota las perspectivas alcistas de Exxon sobre el crecimiento de la producción, sino que también rompe con la tendencia que en los últimos tiempos ha dominado la industria del crudo. «La mayoría de los recientes acuerdos de exploración y producción han ido acompañados de una retórica muy bajista sobre el crecimiento de la producción -explica- «Esto es todo lo contrario».
El factor único en esta adquisición -y que también es aplicable a la compra de Hess por Chevron- es que Exxon no está siguiendo la línea de reducir las actividades de perforación y terminación, tendencia impulsada por las demandas de los inversores para la reducción de la deuda y el rendimiento del capital. En cambio, explica el vicepresidente de WoodMackenzie, el gigante energético está buscando aumentar la producción a través de una mejor recuperación.
Lo que permite a gigantes como Chevron y Exxon Mobil recurrir a esta expansiva estrategia, en opinión de Crooks, es su ventaja competitiva de Exxon sobre las empresas más pequeñas, que radica en su flexibilidad a la hora de asignar capital. El vicepresidente de WoodMackenzie explicó que «Exxon puede responder rápidamente a las cambiantes condiciones del mercado, ya que las operaciones de ciclo corto en el apretado sector del petróleo permiten ajustes rápidos de la producción» -indica- «En contraste, las empresas más pequeñas han sido menos reactivas a los precios del petróleo, dando prioridad al pago de la deuda y al rendimiento del capital sobre el crecimiento de la producción en la era posterior a la pandemia».