Artículo de Sarah Woodfield, responsable de Biodiversidad y Naturaleza de Schroders, sobre cambio climático con motivo de la celebración del Día Internacional contra el Cambio Climático.
Pedimos a los responsables políticos que tomen medidas urgentes para aunar las agendas del clima y la naturaleza y acelerar la transformación de la economía real y los servicios financieros y así lograr un futuro positivo para la naturaleza.
La actividad humana está socavando la biodiversidad que sustenta la vida en la tierra y bajo el agua. Los servicios ecosistémicos que presta la naturaleza, como la purificación del agua, la polinización de los cultivos, la protección frente a las inundaciones y la captura y almacenamiento de carbono, son vitales para el bienestar humano y para el funcionamiento eficaz de las sociedades.
Proteger los ecosistemas terrestres y marinos es fundamental en nuestros esfuerzos por mitigar el cambio climático y adaptarnos a él, así como para lograr la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y un desarrollo más inclusivo y equitativo.
En Schroders creemos que la pérdida de biodiversidad representa un riesgo de inversión significativo. A nivel mundial, el valor de los servicios de los ecosistemas se ha estimado en 125-140 billones de dólares anuales, más de 1,5 veces el PIB mundial. Los costes de la inacción ante la pérdida de biodiversidad son enormes. Dado que más de la mitad de nuestro PIB mundial depende de la naturaleza, la realidad es cruda: el riesgo de la naturaleza es un factor integral del riesgo de inversión. Por eso, actuar en favor de la naturaleza y la biodiversidad es un deber fiduciario fundamental para con nuestros clientes.
La acción colectiva mundial para detener y posteriormente revertir la pérdida de biodiversidad debe ampliarse de forma drástica y urgente. Como gestores mundiales de inversiones, tenemos la responsabilidad de mitigar los riesgos en las carteras que gestionamos para nuestros clientes. Utilizamos nuestra influencia para animar a las empresas en las que invertimos a mitigar los daños al entorno natural, para promover y preservar su bienestar financiero. Y queremos ir más allá; también creemos que existe la oportunidad de que nuestros clientes inviertan su capital en soluciones para restaurar y proteger el capital natural, al tiempo que obtienen rentabilidad financiera.
Pedimos a los responsables políticos que tomen medidas urgentes para aunar las agendas del clima y la naturaleza y acelerar la transformación de la economía real y los servicios financieros para conseguir una economía positiva para la naturaleza.
CAMBIO CLIMÁTICO Y UN PLAN PARA LA NATURALEZA
Nuestro Plan para la Naturaleza define el papel de la inversión para acelerar un futuro positivo para la naturaleza y crear un potencial de inversión real para nuestros clientes. Destaca nuestra voluntad de aprovechar el poder de la inversión para acelerar un futuro positivo para la naturaleza a través de tres áreas:
- Información: desarrollar nuestro conocimiento y análisis para identificar la exposición al riesgo para la naturaleza de las empresas y los activos;
- Influencia: colaborar con las empresas e influir en ellas para que reduzcan su exposición al riesgo de la naturaleza y su impacto en la misma;
- Innovación: ofrecer soluciones de inversión en mercados públicos y privados que canalicen el capital hacia la protección y restauración de la naturaleza y ofrezcan una rentabilidad atractiva a largo plazo.
Tenemos cinco recomendaciones clave para los responsables políticos sobre los pasos que pueden dar para facilitar el desarrollo de una economía positiva para la naturaleza. Pedimos a los responsables políticos:
- Establecer planes sólidos para abordar la pérdida de biodiversidad y tomar medidas para proteger y restaurar la naturaleza con urgencia esta década – La Estrategia Nacional de Biodiversidad y los Planes de Acción presentados antes de la COP16 en 2024 deben contener señales políticas claras y vías legislativas para cumplir con el Marco Global de Biodiversidad.
- Exigir a las empresas, propietarios de activos e inversores que informen sobre sus riesgos, impactos y dependencias de la naturaleza para 2025. Esto debería complementarse con un calendario claro para la futura convergencia con la armonización mundial de las normas de elaboración de informes de sostenibilidad (a través del Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad).
- Exigir a los bancos centrales que evalúen el riesgo de estabilidad financiera a nivel estatal y subestatal derivado de la pérdida de naturaleza, incluyendo pruebas de estrés sólidas del sector financiero y análisis de escenarios de refuerzo.
- Apoyar el desarrollo de mercados de capital natural, mercados de crédito a la biodiversidad y bonos de naturaleza para aumentar los flujos de capital privado y público hacia la naturaleza y abordar el déficit de financiación para la transición hacia un futuro positivo para la naturaleza.
- Cada una de estas recomendaciones se basa en la necesidad de alinear la acción global de la naturaleza y el clima para hacer posible un futuro positivo para la naturaleza, sin emisiones netas y con capacidad de recuperación climática.