Si existe una pregunta que seguramente nos repetimos casi a diario en la cocina es si estaremos cometiendo un error al pelar determinadas frutas y verduras. Y es que esta es una de las cuestiones que probablemente no tenga una sola respuesta adecuada, ya que entran en juego diversos factores como intolerancias alimentarias, alergias y, por supuesto, una correcta higiene.
Recientemente hemos podido escuchar la opinión de la doctora Amy Lee, directora de nutrición de Nucific, empresa californiana que crea y produce una variedad de suplementos alimenticios de gran éxito. Su veredicto nos ha servido para recopilar un listado de cinco alimentos cuya piel contiene nutrientes altamente beneficiosos para nuestra salud.
2¿Cuáles son las frutas y verduras deberíamos consumir con piel?
La patata es sin duda una de nuestras guarniciones favoritas. Y es que son muy pocos a los que no les agrada el sabor de este delicioso tubérculo. Según la doctora Lee, la piel de la patata contiene grandes cantidades de potasio y fibra, desperdiciando de esta forma casi la mitad de estos nutrientes en el caso de que desechemos la misma. Una pena teniendo además en cuenta de que con estas pieles puedes cocinar unos ricos chips de patata, receta muy sencilla que se encuentra en infinidad de páginas web. Elige la que más te guste y disfruta de un tentempié fácil y saludable.
Esta misma receta puede hacerse con la piel de la berenjena, la cual podemos cocinar incluso empanada y acompañada de especias. Considerada por muchos como ‘amarga’, existen varios sencillos trucos para cocinarla de forma que nos resulte simplemente deliciosa. Seguro que su alto contenido en nasunina, un antioxidante que sólo posee esta hortaliza y que se encarga de retardar el envejecimiento, te anima a comerla más a menudo. Además, es muy recomendable para paliar los síntomas de la anemia y la osteoporosis, ya que cuenta con una gran cantidad de fósforo, calcio y hierro.
Si se lava adecuadamente, la piel del kiwi se puede comer cruda, aunque debido a su textura no resulta muy agradable para la mayoría. Entre las ventajas que proporciona su consumo se encuentra su gran cantidad en vitaminas E y C. La primera proporciona antioxidantes que ayudan a eliminar los radicales libres que nos genera la exposición al sol, mientras que la segunda nos protege contra los efectos nocivos de la contaminación. Quizá te animes a consumir esta fruta entera, incluida su cáscara, si te decimos que es ideal para elaborar los más deliciosos batidos sin que se note en ellos la textura tan particular de su piel.
Si eres amante de los postres de frutas caseros, seguramente conozcas el gran valor que las pieles de los cítricos tienen en las recetas dulces. Sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que las cáscaras de estas frutas, tales como la naranja, el limón y la lima, son posiblemente las que menos se desperdician habitualmente. Esto se debe a que, aunque no se puede consumir cruda, la piel de los cítricos es excelente para infusionar, y dar un inconfundible y fresco sabor a bizcochos, tartas, galletas, cremas… Su uso es casi infinito.
Por último, no podemos dejar de nombrar a la manzana, quizá el único alimento de esta lista cuya piel consumimos en mayor medida. Su suave textura es la causante de no acabar frecuentemente en la basura. Con un sabor que varía entre el agrio y el dulce, el exterior de esta fruta no sólo aporta fibra y una ligera cantidad de proteína, sino que además nos proporciona los beneficios del ácido ursólico, el cual reduce el desgaste muscular. Si la manzana forma parte de una receta en la que te es imprescindible pelarla, te recomendamos que aún así no tires las cáscaras, ya que con ellas puedes elaborar fácil y rápidamente uno de los aperitivos más sanos y deliciosos: chips de manzana con canela.