Cuando llega el buen tiempo, muchos disfrutamos saliendo al campo o a la montaña. Sin embargo, en días como los actuales, con temperaturas superiores a los 40 grados en la mayor parte del país, puede que no sea el mejor momento para realizar actividades al aire libre. Si decidimos hacerlo, es importante tener en cuenta los riesgos asociados al calor y al sol. Durante el verano, existe un mayor riesgo de sufrir mareos, golpes de calor, lipotimias y desmayos debido a los viajes en coche, las altas temperaturas y la deshidratación, entre otras causas.
Reconocer los síntomas y saber cómo actuar cuando se presentan es fundamental, ya que en algunos casos pueden tener consecuencias muy serias si no se reacciona cuanto antes. Para ponértelo más fácil repasamos a continuación los accidentes termorreguladores más frecuentes en nuestro cuerpo durante el verano y los síntomas principales.
7CALAMBRES POR CALOR
Los calambres por calor son contracciones musculares involuntarias y dolorosas de corta duración que ocurren en músculos fatigados en personas expuestas o que han estado expuestas al calor. Estos calambres tienden a manifestarse en momentos de reposo después del esfuerzo físico. Los calambres por calor se producen cuando se suda mucho y se bebe agua para compensar la pérdida de líquidos, pero no se ingieren suficientes sales para equilibrar su pérdida. En personas aclimatadas al calor, se retiene mejor el sodio y el sudor tiende a tener menos contenido de sal.
Es importante destacar que los calambres por calor pueden prevenirse manteniendo una adecuada hidratación y consumiendo suficientes sales y minerales, para compensar las pérdidas durante la transpiración. Aquí puedes ver como preparar un fantástico suero casero perfecto para luchar contra la deshidratación. También es recomendable descansar y evitar el esfuerzo excesivo en ambientes calurosos, así como realizar estiramientos y calentamientos antes de la actividad física para reducir la aparición de calambres musculares.