Cuando llega el buen tiempo, muchos disfrutamos saliendo al campo o a la montaña. Sin embargo, en días como los actuales, con temperaturas superiores a los 40 grados en la mayor parte del país, puede que no sea el mejor momento para realizar actividades al aire libre. Si decidimos hacerlo, es importante tener en cuenta los riesgos asociados al calor y al sol. Durante el verano, existe un mayor riesgo de sufrir mareos, golpes de calor, lipotimias y desmayos debido a los viajes en coche, las altas temperaturas y la deshidratación, entre otras causas.
Reconocer los síntomas y saber cómo actuar cuando se presentan es fundamental, ya que en algunos casos pueden tener consecuencias muy serias si no se reacciona cuanto antes. Para ponértelo más fácil repasamos a continuación los accidentes termorreguladores más frecuentes en nuestro cuerpo durante el verano y los síntomas principales.
2GOLPE DE CALOR
El golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal aumenta debido a una exposición prolongada al sol o al realizar ejercicio en ambientes calurosos y con poca ventilación, lo que provoca una pérdida significativa de agua y sales esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo.
En estas circunstancias, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura a través de los mecanismos habituales, como la sudoración, lo que resulta en un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede ocurrir tanto en el momento como después de varios días de altas temperaturas. Es importante estar alerta ante los siguientes síntomas:
- Sed intensa y sequedad en la boca
- Temperatura superior a 39°C
- Sudoración excesiva y sofocación o bien piel seca
- Agotamiento y debilidad
- Mareos, vértigos o desmayo
- Calambres musculares
- Agitación
- Dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos
- Dolores de cabeza
- Estado de confusión, desorientación, delirio e incluso coma o convulsiones.