Los nombres de Red Bull, Pepsico o Coca Cola, así como otras compañías con bebidas energéticas han sido protagonistas estos últimos días a consecuencia de la ley que está trabajando la Xunta de Galicia para prohibirlas en menores. Esta decisión ha abierto el debate de nuevo en torno a lo perjudiciales que pueden o no ser para la salud este tipo de líquidos, especialmente en determinadas edades. De hecho, el Ministerio de Sanidad se ha mostrado favorable a esta limitación.
El profesor de Nutrición y Entrenamiento de la Universidad Europea, Vicente Clemente, ha explicado a MERCA2 que realmente este tipo de bebidas no aportan ningún tipo de beneficio y que su ingesta no es recomendable a ninguna edad (a excepción de los deportistas) y, mucho menos en niños y adolescentes. En estos últimos generan una gran adición, por eso «a las marcas les interesa que el producto se dirija a este tipo de público porque así ganan un consumidor de por vida».
ADOLESCENTES Y SALUD
Un 45% de los adolescentes entre 14 y 18 años consumieron bebidas energéticas en el último mes. En el caso de los varones este porcentaje ronda el 51%, según recoge el Plan Nacional sobre Drogas (Informe Estudes). Igualmente en este se expone que el 16% de los adolescentes mezcla estas bebidas energéticas con alcohol.
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de que al menos doce bebidas energéticas a la venta en supermercados y tiendas de conveniencia igualan o superan los 150 mg de cafeína por lata, la cantidad diaria máxima que establece la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para un adolescente de 50 kg.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), lanzó una serie de recomendaciones sobre el consumo de este tipo de productos en el año 2022. Respecto al público juvenil matizó que «el consumo de más de 60 miligramos de cafeína en adolescentes de 11 a 17 años (unos 200 mililitros de bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml) puede provocar alteraciones del sueño. A partir de 160 miligramos de cafeína (500 mililitros de una bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml), puede provocar efectos adversos generales para la salud: psicológicos y alteraciones comportamentales y trastornos cardiovasculares».
Además, dichos efectos se sumarían a los de otros alimentos con cafeína: café, té, chocolate, guaraná, etcétera. Y, por ello, «no se recomienda su consumo por los adolescentes».
La medida anunciada por la Xunta de Galicia de elaborar un proyecto de ley para prohibir la venta de estas bebidas a menores de edad, a la vez que se limita su publicidad, ha vuelto a poner en la palestra estas cuestiones. Según explicaba el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la medida se iba a tomar porque se ha notado un incremento del consumo de forma notable de estas bebidas, lo que es un problema porque tienen «muchos estimulantes».
EFECTOS DE LA CAFEÍNA
Esto es algo que corrobora Vicente Clemente, pues asegura que «se están viendo cada vez más casos de problemas cardiovasculares como taquicardia, tensión arterial y arritmias en servicios pediátricos».
Los niveles de cafeína son altos en estos productos, pero no solo para los niños y adolescentes, sino también para los adultos, y esto evidentemente tiene consecuencias para la salud. «En algunos trabajos, se ha asociado el consumo excesivo de este tipo de bebidas energéticas con algunos casos de muerte súbita en jóvenes, aunque es cierto que en estos casos todavía queda por determinar la causalidad», comenta el profesor de la Universidad Europea.
El experto también constata que desde un punto de vista psicológico generan insomnio, irritabilidad, aumento de los niveles de estrés y ansiedad. Además, estos efectos se mantienen en el tiempo.
La lista de efectos adversos es muy amplia, pues debido a la alta cantidad de azúcar que poseen estos productos hace que la insulina aumente y esta condición puede acabar en diabetes tipo II y derivar en obesidad. Igualmente estas bebidas pueden alterar los patrones del sueño, aumentar de la sensación de fatiga yy provocar trastornos renales, entre otros.
La OCU ya ha solicitado al Ministerio de Sanidad que el etiquetado de estos productos sea similar al del tabaco. En concreto, lo que piden es reservar el 65% de la superficie de estas bebidas para destacar mensajes de advertencia: no consumir combinada con alcohol; elevado contenido en cafeína…
Igualmente, indican que se tendría que añadir la advertencia de que no deben consumirse más de 3 mg de cafeína por kg de peso corporal, una cantidad que igualan o superan hasta 12 bebidas energéticas en el supuesto de una persona de 50 kg de peso, según un reciente estudio de la organización.
En las recomendaciones de Aesan se especifica que en el etiquetado de estas bebidas hay que informar del contenido de cafeína y se tienen que expresar en miligramos por 100 mililitros (mg/100 ml). «Normalmente, de media, las llamadas ‘bebidas energéticas’ contienen 32 mg de cafeína/100 ml», indica el documento.
El Reglamento (UE) 1169/2011 obliga a incluir la siguiente mención en el etiquetado de bebidas con alto contenido en cafeína: «Contenido elevado de cafeína: No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia», en el mismo campo visual que la denominación de la bebida, seguida de una referencia al contenido de cafeína expresado en miligramos por 100 mililitros.
CONSUMO DE BEBIDAS ENERGÉTICAS
El caso es que las bebidas energéticas se consumen. El valor del gasto en bebidas isotónicas de los hogares españoles se aproximó a los 194 millones de euros en 2022, lo que representa un considerable aumento con respecto al año anterior (168,99 millones de euros). Aunque cabe mencionar que en el periodo estudiado, este gasto no sigue un patrón claro, y alterna subidas con bajadas durante todo el periodo analizado, según Statista.
Por otra parte, los españoles gastaron una media de 4,2 euros por persona en el consumo de bebidas isotónicas en 2022. Esto no solo supuso un ligero aumento respecto al año anterior (3,65 euros), sino que significó además el mayor gasto per cápita en este tipo de bebidas del periodo de estudio.
Según la app Tiendeo, Red Bull es la bebida energética e isotónica más apreciada de los españoles, ya que representa el 32,6% de las búsquedas de esta categoría y domina en Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid, País Vasco y La Rioja. El resto de las comunidades tiene una ligera preferencia por Aquarius, que se posiciona en segundo puesto (25,4%), seguido de Monster (17,3%).
El consumo de estos productos se está dando en edades muy tempranas, en torno a los 10 años.
El profesor asegura que el consumo de estos productos se está dando en edades muy tempranas, en torno a los 10 años. «Yo no se las recomendaría ni jóvenes ni adultos, en todo caso a deportistas que necesitan cafeína por cuestiones de rendimiento. Con estas bebidas se genera una dependencia a nivel biológico y conductual tanto a la cafeína como a la glucosa, además de generar adicción a ese tipo de sustancias. No tiene beneficio de ningún tipo», insiste.
Por su parte, el vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Arnau de Vilanova (Lleida), el doctor Albert Lecube, el mensaje que lanzan desde esta sociedad científica tanto a las personas con obesidad como a la población general, es que, sobre todo, prevalezca la salud. «Estamos de acuerdo que si se detectan tanto en fármacos como en suplementos dietéticos como lo son las bebidas energizantes sustancias adictivas que a largo plazo pueden generar riesgo cardiovascular, se proceda a controlar su uso».
Es más, para el docente especializado en nutrición es complicado que las compañías reduzcan los niveles de las sustancias. «Para las marcas es complicado que se produzca una modificación de las concentraciones a no ser que haya una legislación que las obligue».
En otros países ya han actuado en este sentido con restricciones a estas productos a menores de 18 años. Este es el caso de Lituania, en 2014, y Letonia en 2016, o de Polonia que ha prohibido la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años este año, tal y como publica ‘Newtral’. Igualmente en Reino Unido o Escocia están indagando sobre esta posibilidad, y en Alemania y Dinamarca, «se ha limitado la cantidad de cafeína en estas bebidas a 32g/100ml».
BENEFICIOS ECONÓMICOS
Las ventas del fabricante austríaco de bebidas energéticas Red Bull crecieron casi un 24% en 2022 respecto a 2021, pasando de 7.800 millones a 9.700 millones de euros. En todo el mundo se vendieron 11.600 millones de latas de Red Bull, un 18,1% más que el año anterior. Todo ello, debido a la excelente evolución de las ventas en casi todos los mercados. La empresa quiere expandirse especialmente en los mercados principales de Europa Occidental y EE.UU., así como en los países en desarrollo.
En todo el mundo se vendieron 11.600 millones de latas de Red Bull, durante 2022.
Por otra parte, la empresa estadounidense de refrescos y aperitivos PepsiCo llegó a un acuerdo de distribución con la fabricante de bebidas energéticas Celsius Holdings el año pasado. La empresa invirtió 550 millones de dólares (538 millones de euros) a cambio de una participación del 8,5% en la empresa dedicada a este tipo de productos.
Esta compañía cerró el tercer trimestre con un beneficio neto atribuido de 3.092 millones de dólares (2.930 millones de euros), lo que equivale a un avance del 14,4% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. De hecho, la compañía volvía a revisar al alza sus expectativas para 2023.