Disfrutar del mar y chapotear en la orilla son placeres que nos encantan durante las vacaciones y los días de playa. Nos sumergimos en el agua, nadamos, jugamos con pelotas inflables, echamos una partida a las palas, y repetimos verano tras verano. Todos sabemos que, aunque ir a la playa es pura diversión, también conviene tomar precauciones. Debemos protegernos del sol incluso si estamos en el agua, y tenemos que estar atentos a posibles picaduras de medusas, especialmente en la zona de Levante.
6NO GASTAR ENERGÍA NADANDO CONTRA LA CORRIENTE

En el caso de que no podamos nadar hacia la costa, es fundamental mantenernos a flote y conservar la energía. Patalear suavemente nos ayudará a mantenernos a flote sin gastar demasiadas fuerzas. Además, es importante hacer señales de auxilio para que otras personas o los socorristas en la playa puedan ver que necesitamos ayuda.
Nadar contra la corriente de resaca agotará nuestras energías rápidamente y es probable que no logremos avanzar significativamente, lo que puede ser peligroso. En lugar de luchar contra la corriente, es mejor conservar la calma y esperar a que la corriente se debilite o cambie de dirección. Entonces, con precaución, podremos intentar nadar hacia un costado para salir de la corriente y dirigirnos hacia la costa.