Los códigos QR se han convertido en una presencia omnipresente en la vida cotidiana. Están en todas partes, desde la publicidad y empaques de productos hasta restaurantes y eventos. Estos códigos bidimensionales permiten a las personas acceder fácilmente a información adicional, enlaces a sitios web, menús digitales, descargas de aplicaciones y más. Con la popularización de los smartphones y la necesidad de interacciones sin contacto, estos códigos se han vuelto esenciales en la era digital. Facilitan la rápida transferencia de información, proporcionando una forma sencilla y eficiente de acceder a datos y servicios, transformando la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Sin embargo, los que hay en los bares te pueden arruinar la vida.
9Si al abrir el código te empieza a pedir datos personales, puede ser una estafa
Cuando un código QR solicita datos personales al abrirlo, es una señal de alerta importante de una posible estafa. Los códigos QR legítimos generalmente redirigen a información útil o sitios web confiables sin requerir datos sensibles. Compartir información personal en respuesta a un código QR sospechoso puede exponer a la víctima al robo de identidad o al fraude. Por tanto, se recomienda no proporcionar datos personales en tales casos y verificar la fuente antes de continuar.