El estrés térmico ocurre cuando el cuerpo experimenta una temperatura extrema debido a la falta de medidas adecuadas en el entorno laboral o doméstico. En un mundo afectado por el cambio climático, donde las temperaturas extremas son cada vez más comunes, es frecuente que se produzca una ola de calor durante el verano. Estos fenómenos atmosféricos elevan las temperaturas a niveles a los que el cuerpo humano no está acostumbrado, lo que puede dar lugar a diversos síntomas y enfermedades, incluido el estrés térmico.
5HIDRATARSE LO SUFICIENTE
Para prevenir situaciones de estrés térmico en cualquier circunstancia, es esencial mantenerse bien hidratado bebiendo una cantidad adecuada de agua. Es recomendable evitar bebidas que contengan cafeína, alcohol o demasiada azúcar, incluso si están frías, ya que pueden tener un efecto contrario al deseado. Aunque parezca un consejo muy obvio, la realidad es que es muy fácil deshidratarse por no beber suficiente. A menudo, el ajetreo diario puede hacer que ignoremos las señales de sed y comencemos a sufrir estrés térmico sin apenas darnos cuenta. Por eso hay que tomar conciencia de la importancia de beber varios litros de agua al día y llevar siempre una botella llena a la hora de salir de casa.