El clima tiene cada vez más influencia en nuestras vidas, no solo en nuestros planes de ocio, sino también en la elección de dónde queremos vivir y trabajar. Pero lo más importante es que también afecta a nuestro bienestar general. A lo largo de la historia, nuestro país ha sufrido periodos de lluvia escasa y sequías debido a su ubicación geográfica en una región mediterránea. Sin embargo, no todas las sequías tienen la misma magnitud que la actual.
6SUBIRÁ (AÚN MÁS) LA FACTURA DE LA LUZ
El nivel de agua almacenada en los embalses actualmente se sitúa en un preocupante 44,02%. Este valor se encuentra significativamente por debajo de los registrados el año pasado (64,11%) y de la media de los últimos diez años (63,41%). Esta situación es especialmente desfavorable para los consumidores, ya que cuando los embalses no alcanzan los niveles esperados y además no llueve lo suficiente, se ven obligados a recurrir a otras formas de generación de energía más costosas y más contaminantes.
Es importante señalar que la sequía no solo afecta a la generación de energía hidroeléctrica, sino también a la energía eólica debido a la falta de viento. Si la lluvia continúa siendo escasa, es muy probable que el precio de la factura eléctrica siga aumentando.
