Si alguna vez has experimentado ese incómodo y fastidioso flato mientras intentabas mantener tu ritmo en una carrera, una sesión de entrenamiento o incluso una caminata enérgica, sabes lo molesto que puede ser. El flato, también conocido como dolor de costado, puede arruinar tu entrenamiento y desmotivarte rápidamente. Pero no te preocupes, en este artículo descubrirás estrategias efectivas y consejos prácticos para evitar el flato durante el ejercicio. Aprenderás no solo por qué ocurre, sino también cómo puedes prevenirlo y mantener tu rendimiento físico en su punto máximo. ¡Sigue leyendo y dile adiós al fastidioso flato!
7A veces, el flato viene acompañado de las agujetas
Es comprensible que muy pocos quieran renunciar a su deporte favorito debido al fastidioso flato. En estos momentos, es importante recordar que el flato, en última instancia, no es tan diferente de otro molesto compañero del deporte: las agujetas. De manera paradójica, ambos son un peaje que debemos pagar en nuestro camino hacia un cuerpo más fuerte y una mejor salud.
Las agujetas, esas dolorosas y rígidas sensaciones musculares que a menudo siguen a un entrenamiento intenso, pueden ser igual de molestas que el flato. Sin embargo, a medida que continuamos practicando nuestro deporte, las agujetas tienden a disminuir. Lo mismo sucede con el flato. A medida que nuestro cuerpo se adapta al esfuerzo y se fortalece, este dolor punzante tiende a ser menos frecuente y menos intenso.