El Grupo Cooperativo Cajamar y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) han presentado recientemente el informe ‘Indicadores de la Triple Sostenibilidad de los Hoteles Españoles 2023’, elaborado conjuntamente durante los meses de julio y agosto. Tras un exhaustivo análisis de los índices más relevantes en cada uno de los ámbitos (medioambiental, económico y social), el informe concluye que el sector se está transformando y continúa trabajando por ser cada vez más sostenible en cada uno de ellos.
¿Cómo se ha conseguido? Especialmente por un aumento de la calidad media de sus instalaciones, una disminución en la intensidad de sus emisiones y del consumo de recursos y gracias a la inversión en mejoras tecnológicas, entre otras muchas medidas adoptadas.
Al respecto, el presidente de CEHAT, Jorge Marichal ha señalado que, «aunque siempre se pone un foco muy potente sobre las medidas de carácter ambiental, este informe muestra que los retos siguen siendo colosales y comprometen los tres ejes de la sostenibilidad (medioambiental, económico y social)».
De hecho, el objetivo final del citado estudio es crear un sistema de indicadores que monitoricen de forma global el avance en materia de sostenibilidad del sector hotelero en España, abordando cada uno de estos ejes.
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
El informe apunta que el sector alojativo y la restauración han reducido su impacto medioambiental en los últimos años. Esta mejora se refiere sobre todo a emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de agua, mostrando un cierto desacoplamiento entre la mejora de la actividad y la dimensión del impacto.
En este sentido, en cuanto a la evolución de las emisiones de gases efecto invernadero, se ha producido un proceso de reducción intenso desde 2012, con una caída de un 35,8 % en el conjunto del período, si bien 2021 sigue estando afectado por los efectos de la pandemia.
El informe destaca que las empresas han invertido en la producción y ahorro energético, en el aislamiento de los edificios y en la reducción del uso de recursos naturales. El bajo nivel de emisiones de 2019, que fue un año turístico de récord en todos los indicadores, pone de relieve la dimensión del esfuerzo.
El consumo de energía aumenta en general desde 2015 un 11 %, pero la intensidad en su uso ha bajado al caer el consumo por trabajador un 17,3 %.
Por su parte, el consumo de energía aumenta en general desde 2015 un 11 %, aunque la intensidad en su uso se ha reducido al caer el consumo por trabajador un 17,3 %. Mientras que en el consumo de agua, se observa una reducción de un 16% en el periodo analizado.
El consumo de productos energéticos por empleado (calculado a través de las afiliaciones medias a la Seguridad Social) sigue una trayectoria ligeramente descendente, con un mínimo pronunciado en 2020. Nuevamente, dicho mínimo está provocado por el descenso en la actividad del sector durante la pandemia y sus restricciones asociadas. Es importante destacar cómo, a pesar de la gran evolución del sector del alojamiento y restauración en los últimos años, el consumo de productos energéticos ha conseguido incluso reducirse, mostrando el esfuerzo realizado por el sector para conseguir una actividad más sostenible.
La conclusión que hace el estudio respecto a la sostenibilidad ambiental es que sería conveniente continuar la senda iniciada. Esto es extendiéndose también al uso de la energía, e incentivar la inversión en elementos de autoproducción y ahorro energético en la reducción del uso de combustibles fósiles y en la propia concienciación de los clientes de los establecimientos para hacerles partícipes de este esfuerzo.
El secretario general de CEHAT, Ramón Estalella, asegura que «estas iniciativas requieren, en muchas ocasiones, de nuevas inversiones, las cuales precisamente ahora son más complicadas, tanto por el aumento reciente y acelerado de los tipos de interés como por los niveles de endeudamiento alcanzados para hacer frente a la crisis del coronavirus».
SOSTENIBILIDAD SOCIAL
Durante la fase de crisis de la economía de nuestro país, entre los años 2009 y 2013, a pesar de los datos de incremento de desempleo en España, el número de afiliados en los hoteles apenas se alteró, constatando que el sector se convirtió en auténtico refugio del empleo para la economía nacional.
Esto refleja que en el ámbito social el sector es una significativa fuente de empleo para la economía española, especialmente importante durante los peores momentos de la crisis de 2008. Según el informe, el empleo en los hoteles h crecido un 31,2 % marcando en este 2023, su máximo histórico.
David Uclés, economista del Grupo Cooperativo Cajamar, ha señalado que «la aportación de los hoteles a la sostenibilidad de la economía española ha alcanzado su récord precisamente en este 2023, con un máximo del 2,35 % de los afiliados medios. Por otra parte, a pesar de que los servicios de alojamiento y restauración son algunos de los sectores naturalmente más estacionales, han realizado un importante esfuerzo en la estabilización de sus trabajadores, de forma que la tasa de temporalidad en 2022 en los hoteles era menor que la de la economía española en su conjunto».
«La aportación de los hoteles a la economía española ha alcanzado su récord precisamente en este 2023, con un máximo del 2,35 % de los afiliados medios».
Respecto a los efectos de saturación, el informe indica que, aunque el sector está contribuyendo con el aumento de los viajeros alojados, la oferta disponible relativa está manteniendo un ritmo de crecimiento muy ajustado en los últimos años. Es decir, se está mejorando la eficiencia en el uso del espacio, de forma similar a lo que sucede con la energía o las emisiones.
«La mejor forma de medir estos efectos es hacerlo en el nivel micro (ciudad o barrio), que es donde realmente se visualizan, y teniendo en cuenta toda la oferta alojativa disponible, que en los últimos años se ha disparado de forma importante con la llegada de las plataformas de alquileres turísticos como Airbnb y similares».
SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA
La evolución del número de empresas del sector hotelero ha estado condicionada por la coyuntura económica, habiéndose mantenido entre las 11.500 y las 12.500 en la mayor parte del período con dos claras excepciones. La primera, en 2010, en la que se produce un retroceso del 5,2 % y que está relacionada con el estallido de la Crisis Financiera Internacional, y la segunda es una intensa subida en 2018. La pandemia, sin embargo, no se ha dejado notar demasiado en el número de empresas, con tan solo una ligera reducción en 2021 (-0,1 %) que se recupera rápidamente en 2022 (+1,5 %).
Según se especifica en el informe, «parece que las medidas puestas en marcha por el Gobierno durante los meses de pandemia han contribuido a paliar en cierta medida el efecto perjudicial en el tejido empresarial del sector hotelero español».
En lo que se refiere a la estructura del tejido empresarial, la pyme se posiciona como la principal protagonista de las sostenibilidad económica.
En lo que se refiere a la estructura del tejido empresarial, la pyme se posiciona como la principal protagonista de las sostenibilidad económica, ya que ha incrementado incluso su peso en el conjunto del período hasta llegar al actual 99 %. No obstante, este comportamiento no ha sido homogéneo. De hecho, al principio del periodo analizado, coincidente con la Crisis Financiera Internacional, el porcentaje de pymes llegó a suponer el 99,12 % en 2011. Desde ahí hasta 2020 el porcentaje mantuvo una tendencia descendente, hasta el mínimo de 98,6 %.
En los dos últimos años se ha producido un fuerte repunte del peso de las empresas más pequeñas (las de menos de 10 trabajadores) que las ha llevado hasta suponer el 83,78 %. Lo que se desprende de esta cifras es que en un primer momento, parece que las empresas más pequeñas tienen una mayor capacidad de supervivencia en los tiempos de crisis, mientras que en las épocas de mayor expansión ganan peso las empresas más voluminosas.
El sector sigue padeciendo un elevado grado de estacionalidad, que limita la rentabilidad de la instalaciones.
En general, tal y como se aprecia en el informe la sostenibilidad económica se enfrenta a varios problemas importantes. Por un lado, el aumento de los costes de distribución y el escaso control que tiene sobre ellos el sector. Y, por otra parte, están los derivados de la pandemia. A pesar de que las medidas puestas en marcha por los gobiernos han permitido la supervivencia de muchas empresas, los niveles de endeudamiento han crecido al tiempo que se han reducido las inversiones.
Igualmente, en el documento se explica que en este sentido se ha mejorado, el sector sigue padeciendo un elevado grado de estacionalidad, que limita la rentabilidad de la instalaciones y que, además, genera problemas relacionados con la sostenibilidad social. Por este motivo, desde los empresarios consideran que sería necesario incidir en planes e iniciativas que tengan como objetivo mejorar el nivel de ocupación durante los meses de temporada baja. Para ello, propone adoptar medidas que incrementen el valor y realcen cuestiones como el patrimonio monumental, el natural y el cultural, así como la gastronomía.